Capitulo 12

2.1K 96 2
                                    

Ligia

Todo en mi vida iba perfectamente bien. Incluso, había comenzado una relación con Rodrigo, aunque no tenía planes de que avanzara demasiado. Sin embargo, con el regreso de Lorena, surgieron en él emociones del pasado. Soy consciente de cuánto la ama, lo vi llorar su muerte, pero ahora mismo no sabe qué siente, ni por ella ni por mí. Mientras tanto, la situación en la empresa es un caos. El regreso de Mariana, después de haber sido dada por muerta, ha complicado las cosas con Max, y sus problemas parecen no tener fin. Nada ha sido fácil estas últimas semanas. A todo esto se suma que mi amiga está obsesionada con averiguar más sobre una mujer de la que no sé ni el nombre ni por qué la busca…

Llevo exactamente una hora tratando de concentrarme en mi trabajo, específicamente en un diseño que debo presentar pronto. Tocan la puerta de mi oficina, y es Mariana, a quien no había visto en todo el día.

—Hola, Ligia.

—Hola, Mariana.

—¿Qué tal vas con el diseño?

—La verdad, no muy bien.

—Muéstramelo, a ver qué le hace falta —toma mi diseño y, aunque pensé que gritaría, no lo hace—. Solo necesitas hacerle unos pequeños ajustes.

—¿Dónde crees que serían esos ajustes?

—En el lado izquierdo y un poco en el centro. Con eso quedaría perfecto.

—¿Qué haría sin ti?

—No lo sé, tal vez deprimirte —ríe.

—¿Cómo van las cosas con Max?

—Mal, todo va de mal en peor. Escuché algo que él no quería que supiera.

—¿Qué cosa?

—Que posiblemente tenga una hija.

—¿Qué? No lo puedo creer.

—Ni yo, pero lo escuché de su boca. No tiene intenciones de contármelo.

—¿Sabes quién es la madre?

—Hasta donde sé, la madre se llama Sabina, y existe la posibilidad de que la niña no sea su hija.

—¿Y si resulta ser su hija, qué harás?

—No lo sé, pero estoy segura de que nunca le impediría ver a su hija.

—¿Cómo te sientes con todo esto?

—Honestamente, no muy bien. Me habría gustado que me lo dijera desde el principio, cuando se enteró.

—¿Crees que Rodrigo sepa algo sobre esto?

—Quizás. Lo escuché hablando de ello con Lorena.

—Intentaré averiguar qué sabe Rodrigo y así podré ayudarte…

No termino de hablar, porque nuestra conversación es interrumpida por Rodrigo.

—Hola, Li, Mariana. Lamento interrumpir —dice.

—Te dejo, Ligia. Hasta luego, Rodrigo —veo cómo Mariana desaparece de mi campo de visión.

—Dime, Rodrigo, ¿qué haces aquí?

—Vine a ver cómo estabas.

—Pues, como ves, con mucho trabajo —respondo cortante.

—¿Te pasa algo? Estás siendo fría conmigo.

—Voy a preguntarte algo.

—Dime.

—¿Conoces a una mujer llamada Sabina, la ex de Max?

Secretos, Amor y Venganza 💫Donde viven las historias. Descúbrelo ahora