Kim Taehyung es el rey de la región Oestte, un alfa básicamente perfecto.
Su único defecto es, Jeon Jungkook su caballero real.
"Un Alfa Jamás debe sentirse atraído por otro Alfa..."
Una regla que Taehyung y Jungkook rompieron.
Pero cuando fueron c...
Cuando sus manos se soltaron, Taehyung sonrió con una leve mueca. La expresión en el rostro de Jungkook lo puso un poco incómodo. No entendía porque siempre lo miraba de esa manera.
Taehyung se aclaró la garganta, para desvanecer el silencio incomodo entre ambos. Estaba a punto de hablar, cuando otra voz se hizo presente.
—Disculpe su majestad ¿Me estaba buscando? —pregunto Namjoon con un tono cauteloso, detrás de él.
Taehyung se giró para mirarlo, sin darse cuenta que Jungkook aun lo miraba a él.
—Si Nam. Necesito que busques a Asura —le pidió, con un tono neutro. —Quiero ir a tomar el té.
Namjoon estaba por contestar, pero Jungkook hablo primero.
—Con su permiso, majestad. —El caballero agacho la cabeza en forma de saludo, dispuesto a retirarse.
Taehyung le dedico una leve sonrisa, mientras Jungkook caminaba hacia la entrada del balcón.
Ya no tenía nada que hacer allí. Pero Namjoon no desperdiciaría esta oportunidad.
—¿No quiere ir con el señor Jeon? —sugirió con un pequeño rastro de burla, y una sonrisa serena.
Jungkook de inmediato lo fulmino con la mirada. Sintiendo su sangre hervir. Ese imbécil.
Namjoon le dedico una mirada victoriosa, antes de volver su atención al rey.
—Quiero decir... usted siempre tomaba el té con el señor Jeon, su majestad.
Taehyung lo miro, totalmente confundido por las palabras de su consejero.
Cuando sus miradas se encontraron, Jungkook pudo notar esa confusión. Así que forzó una mueca, parecida a una sonrisa y bajo la cabeza.
—Hasta luego su majestad.
Ni siquiera espero la respuesta del rey, salió de allí lo más rápido que pudo. No sabía cuánto más podría aguantar.
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—¿Por qué me mandaste llamar? —pregunto Asura parada frente a la mesa, con las manos en la cintura. —Siempre vas a tomar el té con el alfa antisocial.
—¿Con quién? —Pregunto el rey, frunciendo el ceño.
Ella lo miro por unos segundos.
—Olvídalo. —Se apresuró a decir. —No es divertido, si no te enojas porque lo insulto.
Asura vio el pan sobre la hermosa mesa, decorada con detalles delicados. Y decidió sentarse en la silla frente a Taehyung.
Le puso azúcar a su taza de té, mientras sonreía inocentemente. El silencio entre ellos, se propago hasta que decidió volver hablar.
—Si digo, barro. ¿Tampoco te suena? —pregunto de manera curiosa, levantando una ceja y mirando a Taehyung.
—¿De qué demonios me estás hablando? —contesto con un tono seco, harto de sus frases sin sentido.
