Kim Taehyung es el rey de la región Oestte, un alfa básicamente perfecto.
Su único defecto es, Jeon Jungkook su caballero real.
"Un Alfa Jamás debe sentirse atraído por otro Alfa..."
Una regla que Taehyung y Jungkook rompieron.
Pero cuando fueron c...
Jungkook no sabe cuántas horas pasaron. Quizás fueron días, semanas o meses o solo segundos.
Se encontraba recostado sobre algo con caliente y cómodo. Sus ojos intentaban abrirse, debido la luz que sé que colaba de algún lado, terminando con su sueño profundo.
Se removió un poco tratando de recobrar la conciencia, pero algo muy firme lo sujetaba desde la espalda, apretando su cuerpo.
Cuando por fin se despertó, se encontró acurrucado sobre el pecho de Taehyung, mientras este lo sujetaba con fuerza apegándolo a él.
Jungkook se removió tratando de alejarse, pero escucho un gruñido de advertencia. Mientras el brazo pesado de Taehyung lo aferraba más contra su cuerpo.
Jungkook soltó una leve risa nasal, acariciando con su mejilla el caliente y suave cuerpo de Taehyung.
—Tae...
Otro gruñido de advertencia fue la única respuesta que obtuvo.
—Tae, solo será un segundo.
—Mío, —afirmo, apretando el cuerpo del otro alfa, contra el suyo. —Jungkook, Mío.
El caballero sonrió, dejando besos suaves por el pecho de Taehyung.
—Si bestia, Jungkook es tuyo. Pero Jungkook también necesita ir al baño.
—Jungkook, mío.
Taehyung giro el cuerpo de Jungkook y se puso sobre él.
Los ojos rubí, lo miraban con una expresión seria. Jungkook se quedó observando esos hermosos ojos sobre él. Ese cabello dorado brillante, era aún más brillante debido a la luz que se colaba por la habitación.
—Eres muy hermoso bestia, —dijo Jungkook embelesado por su belleza.
Tomo uno de los cabellos que caían por el rostro de Taehyung y lo acomodo detrás de su oreja. Todo bajo la atenta mirada del alfa.
Taehyung se acercó a su cuello y comenzó a dar besos húmedos, que pronto se convirtieron en mordidas fuertes por sus claviculas.
Jungkook jadeo gustoso, enredando sus dedos en ese sedoso cabello dorado. El rey se acomodó entre sus piernas, sujetando sus muslos con mucha fuerza.
Sin previo aviso, como de costumbre, lo hizo suyo.
Jungkook mordió los labios por aquella intromisión repentina. Ya estaba acostumbrado pero de igual manera, siempre había un ardor al principio.
Taehyung no le tuvo piedad, como era de esperarse. Lo reclamo, hasta venirse dentro de él.
Jungkook cerró los ojos sintiendo como el nudo comenzaba a formarse. Ya no dolía, solo una sensación muy placentera.
Lo hacía sentirse en el cielo, ser completamente de su alfa.
Su alfa...
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