𝚇𝚇𝙸. 𝙿𝚎𝚛𝚓𝚞𝚛𝚒𝚘

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𝟖:𝟏𝟔𝐚𝐦

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𝟖:𝟏𝟔𝐚𝐦.
𝐒á𝐛𝐚𝐝𝐨, 𝐬𝐨𝐥𝐞𝐚𝐝𝐨.
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     La mañana transcurría normalmente. Kath dormía... Desde hacía ya cuatro meses.

     El día en que fue llevada al hospital por Kael y Damian, descubrieron que había sufrido un grave traumatismo craneal, que inició la noche donde Jaden la agredió, y se agravó cuando resbaló en la sangre de Pepinillo. De milagro no había muerto, si hubiesen tardado un par de horas en socorrerla... La historia sería muy distinta. Los daños en su tórax eran incontables, con la urgencia de realizar cirugía para evitar que algunos fragmentos óseos, se insertaran en los pulmones de la joven. Sus dos amigos no podían creerlo, y el equipo de doctores que se hizo cargo de ella no podía creer lo ineficiente del Centro Médico a dónde la había llevado Damian esa madrugada, dónde le recetaron medicamentos y la dejaron ir sin más...

     Pero, ¿qué ocurrió durante esos meses...?

     Nos transportaremos un tiempo atrás, a la noche luego del juicio bochornoso de Jaden.

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𝟖:𝟑𝟗𝐩𝐦.
𝐌𝐢é𝐫𝐜𝐨𝐥𝐞𝐬, 𝐬𝐨𝐥𝐞𝐚𝐝𝐨.
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     Tirado en su cama, Jaden miraba hacia su techo. Estaba cansado, adolorido y fastidiado. Ese día, su teléfono había sonado constantemente, y lo arrojó por la ventana, motivo por el cual en la misma había un gran agujero. Las redes sociales estallaron en críticas hacia él, pero más hacia su padre, que en lugar de cerrar la boca, salía a defender a su hijo con todo, aún teniendo el pronóstico en su contra. Jaden recibió una multa por perjurio, por haber mentido en la corte bajo juramento. Nada le importaba en ese momento; solo extrañaba a Kath y a su disponibilidad, a que siempre estuviese lista a tiempo para salir, a la forma en que sonreía cuando lo veía, sus halagos y alabanzas; era su admiradora #1 en cada pasarela, y apenas pasaron un par de días, pero nadie dijo que las obsesiones tenían que tener un sentido.

     El pelinegro se levantó de su cama, yendo a su armario, contemplando todas las fotografías y recortes de revistas o periódicos que tenía. Había un par de nuevas fotos de Damian junto a Kath, y le hirvió la sangre, tanto que golpeó la pared con rabia. ¿Era Damian quien recibiría toda esa atención? ¿Los cumplidos? ¿Los te amo? Según lo investigado, ellos no estaban juntos, pero, ¡rayos! ¿Por qué siempre estaban cerca?

Será cuestión de tiempo... —Sabe que su hermano es ese tipo de hombre que toda mujer desea. Guapo, atento, la balanza perfecta de masculinidad y delicadeza. Además, de que es muy interesante y canta, de niño, Jaden quería ser como su hermano.

      En la planta baja, Kael llamaba a la puerta. La madre de Jaden abrió y recibió al castaño con el cariño de siempre, pero con un tinte de tristeza en su semblante.

Tu Última Ex.Cusa [Libro 1: Ignition] ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora