Damia Moore soñaba con ser mamá soltera y darle todo su amor, atención y comprensión a un pequeño ser por lo que estaba dispuesta a todo por lograrlo, era una chica que cumplía todo lo que se proponía.
Maximiliano necesitaba ayudar a su madre y luc...
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Sentí su suave tacto sobre mi cintura, suspire encantada del calor que transmitía su cuerpo a el mío, era mágico, quería sorprenderlo con el desayuno por lo que Sali cuidadosamente de sus brazos, camine cautelosamente hasta la cocina, no sin antes girarme a verlo, sonreí bobamente se veía tan lindo y sexy durmiendo con su espalda desnuda.
Mire la cocina no teniendo idea de que preparar, solo sabía hacer café con leche y yogurt con granola.
Dios, como he sobrevivido este tiempo.
Revise en el refrigerador, no había suficiente yogurt, pero había huevos y jugo de naranja, no creía que hacer huevos fuera lo más difícil del mundo.
Mire un tutorial para sentirme segura antes de empezar, hice todo a el pie de la letra, no era complicado, tome el huevo con cuidado dando los golpes para romperlo, mire y aun no se rompía.
-¿estos huevos son de piedra?-solté curiosa y volví a golpear hasta que estallo en mi mano de tanta fuerza sobresaltándome y suspire odiando el olor a huevo crudo -soy un asco en esto- asegure limpiándome inmediatamente.
Volví a hacerlo y mire el sartén bajo el fuego, cante victoria al poder romperlo bien y echarlo al sartén, mordí mi labio con concentración, había algunas cascaras diminutas, esperaba y no hicieran saber el huevo mal, eche sal considerablemente y moví con algo de dificultad, no entendía porque se estaba pegando el huevo al sartén.
Iba a colocarlo en el plato, pero sentí unos fuertes brazos rodear mi cintura mientras me pegaba a su cuerpo desnudo de la parte superior, iba a girarme con una enorme sonrisa hasta que oculto su rostro en mi cuello donde empezó a dejar pequeños besos, dejando cosquillas, solté unas risitas inevitables.
-Max-llame con mis mejillas sonrojadas
-hola, buenos días, mi amor-saludo saliendo de su escondite mientras dejaba un sonoro beso en mi mejilla
-oh-solté bobamente, sintiendo mariposas al escucharlo llamarme así y verlo con esos pectorales de infarto y su piel suave.
-¿hiciste el desayuno?-pregunto sorprendido y Sali de mi ensoñación con mis mejillas sonrojadas y sonrió coqueto
-si, solo ve a sentarte yo lo llevare-dije sonriendo nerviosa, lleve jugo de naranja para ambos y deje todo poco a poco en la mesa frente a él, por último, deje el huevo frito nerviosa y mire como tomaba el tenedor con una sonrisa.
-me siento halagado de probar tu comida por primera vez-dijo animado
Mire con cautela como tomaba la primera porción y la llevaba a su boca con entusiasmo, empezó a masticar animadamente hasta que tragaba con algo de dificultad, tomaba su vaso con jugo y daba un trago con dificultad
-¿Cómo sabe?-pregunte atenta
-esta...esta delicioso Dami-dijo tratando de sonreí y metiendo otra gran ración a su boca, mire sus ojos algo vidriosos y sin dejarlo tome una cucharada de huevo, empezando a masticar y detuve la acción con asco, sabia horrible y estaba salado hasta el infierno, quemado y habían cascaras de huevo las cuales supuse no se notarían, me aleje para escupirlo en la basura
