Damia Moore soñaba con ser mamá soltera y darle todo su amor, atención y comprensión a un pequeño ser por lo que estaba dispuesta a todo por lograrlo, era una chica que cumplía todo lo que se proponía.
Maximiliano necesitaba ayudar a su madre y luc...
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El olor a hospital es tan deprimente, me hace sentir ansioso y muy irritado, llevo perdida la cuenta de las incontables veces que he detallado el piso de este mismo lugar, no sabía cuánto tiempo más íbamos a pasar aquí, suspire llevando mis manos a mi cabello despeinándolo con frustración.
Tenía tantas cuentas que pagar y apenas ni iba a fin de mes, me dolía el cuerpo como la mierda y por momentos sentía que todo se iba a la basura, pero tengo que seguir, me prometí sacarla de este lugar y así sería no me importaba si terminaba acabado, pero deseaba verla sonreír de nuevo, que entrara a mi habitación en las madrugadas cuando tenía pesadillas o las tardes que pasábamos jugando en el jardín, todo se había acabado de un momento para otro.
Leucemia, aún recuerdo la primera vez que escuche a mi madre pronunciar esa palabra de sus labios en este mismo lugar en donde estaba ahora, todo mi mundo se vino abajo al saber que mi pequeña hermana estaba en una batalla con esta enfermedad, ella tan solo era un ser inocente que no merecía pasar por esto, tenía una vida por delante pero ahora sus días de clases, salidas a el parque y cenas divertidas se había reducido a incontables semanas y meses en el hospital.
Mi pequeña hermana luchaba contra una leucemia aguda en la cual era sometida a quimioterapias, los médicos administran la quimioterapia en ciclos, con cada período de tratamiento seguido de un período de descanso para permitir que su cuerpo se recupere. Los efectos secundarios luego de la quimioterapia eran una pesadilla, tenía que mostrarme fuerte al ver a mi hermanita en aquella cama sin ánimos mientras luchaba con todo.
-hola, cariño-dijo mi madre sacándome de mis pensamientos, ella estaba tan agotada lo veía en su mirada
-hola mamá, ¿Cómo estás? -pregunte levantándome y abrazándola fuerte
-bien, fue un turno cansado en la oficina-respondió forzando una sonrisa -¿Cómo esta tu hermana?-pregunto atenta
-la quimioterapia fue sin complicación, pero tuvo algunos efectos por lo que el doctor Choi me pidió salir ya que la evaluarían y mantendrían monitorizada-respondí y ella suspiro
-está luchando tanto-susurro mi madre con dificultad pues sus ojos estaban llenos de lágrimas y entendía mucho la sensación de ese nudo en la garganta que no permitía liberar el dolor y sin más la abrace fuerte
-vamos a salir de esto Mamá, lo vamos a lograr-susurre besando su frente mientras ella aferraba sus brazos a mi cuerpo, tan solo éramos nosotros dos luchando por mi hermana, estaba por invitarla a la cafetería ya que las evaluaciones eran tardadas, pero mire la hora y tenía que ir a mi trabajo.
-¿tienes que ir a trabajar?-pregunto ella y afirme mirando algunos mensajes de mi jefe
-prometo venir mañana después de la universidad-dije abrazándola de nuevo y tomando mi mochila
-ve con cuidado, te amo hijo-dijo ella y afirmé caminando por los pasillos que indicaban la salida hasta que me encontré con el doctor Choi
