Maratón 2/2
Terminaba de colocar las pequeñas moñas en el cabello de mi niña, estaba nerviosa ya que hoy era la fiesta de bienvenida de Marcela y al parecer su madre ya estaba enterada de que Max y yo teníamos una relación formal pero discreta.
-espero y estén comiendo-decía mi abuela y afirme, estábamos en una videollamada, ellas estaban disfrutando se su viaje y eso me alegraba
-si abuela, el tío Felish y papi Mash hashen comidita para mí y mami-respondió mi hija distraída con Susu y sentí mi rostro sonrojarse
-Te estas aprovechando de Max en nuestra ausencia-regaño mi abuela y negué de inmediato
-no mamá, él se ofrece a cocinar y yo más que feliz-respondí con una sonrisita y negó
-espero y le des un aumento al pobre chico-dijo mi madre y afirme mordiendo mi labio, recordando que él quería paga con muchos besitos y aun se los debía
-bueno, nos hablamos luego, iremos a la fiesta de bienvenida-dije y ellas afirmaron felices por la hermanita de Max.
Conduje con cuidado pues me había encargado del pastel el cual pase recogiendo y la decoración de la casa también, Félix estaría ya haya.
Revise los últimos detalles y todo estaba perfecto, había algunas amiguitas de Marcela, un amigo de Max, Félix, Annie y yo, Max se encargó de ir a recogerlas y suspire, estaba todo lleno de Hello Kitty
-Mami-llamo mi niña y la tome entre mis brazos
-dime amor- acomode su cabello
-tengo hamble-susurro y sonreí, habíamos comido algo liviano en la mañana así que ya casi eran las tres de la tarde.
-ya están cerca-anuncio el amigo y bueno todos corrimos a nuestras posiciones, con el pastel lleno de velitas y las luces apagadas, escuchamos como el auto se estacionaba.
Mire como Annie metía su dedito en la crema del pastel y comía, me miro de reojo pensando que no la había visto y sonrió angelicalmente.
-vamos a salir a muchos lugares-escuche como hablaba Marcela feliz y sus pasos se acercaban. Abrieron la puerta y al momento que encendieron la luz todos gritamos felices.
-¡Bienvenida a casa!-mientras lanzaban confeti sobre ellos y Marcela estaba muy emocionada
Me acerque con el pastel y sus ojos brillaron al verme, le sonreí indicándole que soplara las velitas y todos aplaudimos.
-muchas gracias-agradeció ella recibiendo todos sus regalos, salude a su madre y Max se acercó discretamente a mí en la cocina dejando un beso en mi mejilla y me sonroje.
-gracias por el pastel y la decoración, esta increíble-dijo acariciando mi cabello y sonreí
-no tienes que agradecer, Marcela es una niña encantadora y se merece todo lo hermoso de este mundo-dije y afirmo.
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Un detallito Inesperado
Novela JuvenilDamia Moore soñaba con ser mamá soltera y darle todo su amor, atención y comprensión a un pequeño ser por lo que estaba dispuesta a todo por lograrlo, era una chica que cumplía todo lo que se proponía. Maximiliano necesitaba ayudar a su madre y luc...