Narra Maximiliano
Terminábamos de subir las escaleras de la galería con Annie, pero note que ella no nos seguía por lo que me gire de inmediato y ella se había quedado mirando fijamente hacia nosotros, nuestras miradas se encontraron y un leve rubor se presento en sus mejillas
-Mami, vamos-animo Annie y empezó a caminar para llegar a nosotros
-vamos- indico ella dando un suspiro mientras tomaba la manita de Annie para entrar a la exposición, nunca había venido a una de alguien famoso por lo que esperaba encajar.
Fue inevitable no abrir mis ojos al ver el lugar decorado elegantemente, sin mencionar a las personas, mire mis zapatos y no había sido un buen día para usar converse.
-si se sienten incomodos me lo hacen saber-informo la señorita Damia y levante mi mirada a ella, no entendía, pero al ver se acercaban algunas personas curiosas hacia donde estábamos nosotros -adelántense, yo los seguiré en unos minutos-animo mirándonos al ver que también se acercaban reporteros.
Tome a Annie entre mis brazos y empezamos a caminar por un pasillo de colores, era un arcoíris, se escuchaban voces de niños y al ver era una mini área de juegos.
-¿quieres jugar aquí?-pregunte a la bebé al verla recostada en mi pecho y negó, fruncí mis cejas -¿no te gusta hacer amigos?-ataque con otra pregunta y la mire atento, hizo un puchero jugando con el cordón de mi sudadera.
-quiero estar con mi papi-soltó tímidamente y fue inevitable no sonreír, una extraña calidez se instalo en mi pecho, la quería mucho como si fuera mi pequeña.
¿estaba haciendo bien?, no lo sé
-okay, lo que la pequeña princesa ordene-dije animado, caminamos mirando la exposición y tomando alguna fotografía.
Busque con mi mirada a la señorita Damia, estábamos sentados comiendo banderillas en una pequeña banquita, Annie me dijo que nunca había probado comida de afuera por lo que estaba aquí nuevamente arriesgándome a darle de comer comida chatarra.
-¿esta rico?-pregunte curioso y me fue inevitable no reírme al verla con las mejillas llenas de aderezo mientras afirmaba con sus mejillas regordetas. Tome algunas toallas húmedas y limpie con cuidado.
-lamento haberme tardado-decía acercándose apenada y se detuvo al vernos comiendo -¿Qué están comiendo?-pregunto con su ceja enarcada
-bandelas -respondió la pequeña feliz mientras comía haciendo un pequeño baile
-espero y el lugar haya sido higiénico -dijo mirándome y afirme dudando de darle la que había comprado para ella
-yo... yo también había comprado una para usted-dije posándola frente a ella y dudo un buen momento, pero la tomo suspirando, tomo asiento junto a mi y le dio una mordida.
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Un detallito Inesperado
Ficção AdolescenteDamia Moore soñaba con ser mamá soltera y darle todo su amor, atención y comprensión a un pequeño ser por lo que estaba dispuesta a todo por lograrlo, era una chica que cumplía todo lo que se proponía. Maximiliano necesitaba ayudar a su madre y luc...