Max
Miraba el techo de mi habitación contando las estrellas fluorescentes que estaban pegadas desde que era pequeño, me daba miedo la oscuridad así que él las había pegado para que pudiera dormir bien, ya sabía cuántas estrellas había ahí, pero contarlas le daban calma a mi atormentado corazón.
Abracé fuerte mi almohada, era una noche calmada y silenciosa, cerré mis ojos y a mi mente vino ese beso, Dios fue tan mágico. Sus labios suaves sabor a cereza y sus ojos brillantes.
Ella era tan hermosa, pero tan inalcanzable para mí.
¿Qué podía darle yo?
No tenia más que deudas del hospital, mis miedos, mis tormentos y mi cámara, bufe despeinando mi cabello cerrando mis ojos nuevamente para recordar su dulce aroma a jazmín mezclado con el aroma de bebé de Annie.
Claro que no fue un error, no sé qué había pasado por mi mente para decirle eso.
Espero y no lo tome a mal, cerré mis ojos cansados mientras mi mente trataba de encontrar la calma para dormir, ya era de madrugada, una fría madrugada.
-me preocupa el cambio de humor y que no quiera comer-decía Félix a Rosalie, se quedaron en silencio al verme
-hola-salude tímidamente
-Maxi, ¿tú sabes algo? -pregunto él y sentí mi corazón latir frenéticamente -Damia, no ha estado bien últimamente, algo cambio en su actitud -añadió preocupado y no sabía si algo había pasado
-no-susurre y Rosalie se despidió
No la había visto, me preocupaba enormemente que no estuviera comiendo.
-iré a una reunión, nos vemos-se despidió Félix y se me había ocurrido una idea.
Al salir de la casa de modas, fui directo a comprar su comida favorita, sabía que no podía negarse. Daría lo que fuera por verla sonreír de nuevo, sin olvidar a Annie, las dos habían conquistado mi pobre corazón.
Rosalie me informo que ella se había quedado en su oficina, saludé a el guardia y todo estaba en silencio, subí a el elevador y estaba nervioso.
Camine a su oficina y escuche pasos por lo que me detuve y ella abrió la puerta, me miro sorprendida.
-señorita Damia-salude tratando de no verme nervioso
-¿Qué haces aquí?-pregunto con su mirada fría y di un paso decidido
-yo, estaba preocupado, escuche a Félix y Rosalie hablando de que no había estado comiendo bien- dije rápidamente y mostré la bolsa de comida, esperaba que la aceptara
-estoy perfectamente bien- se cruzó de brazos y no sabía realmente que hacer -nos vemos-soltó empezando a caminar indiferente, mire el piso dando un suspiro, iba a empezar a caminar para seguirla, pero al momento que di el primer paso a ella, la mire desvanecerse y antes de que su cabeza impactara en el frío piso la tome entre mis brazos
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Un detallito Inesperado
Fiksi RemajaDamia Moore soñaba con ser mamá soltera y darle todo su amor, atención y comprensión a un pequeño ser por lo que estaba dispuesta a todo por lograrlo, era una chica que cumplía todo lo que se proponía. Maximiliano necesitaba ayudar a su madre y luc...