Damia
Annie se había recuperado muy bien, estaba muy feliz y aliviada que ya este en casa nuevamente, la cuidaría mucho.
Los rumores de Max y yo, en una supuesta aventura fue lo primero que escuche al entrar a la casa de modas, digamos que muchas personas no saben ser discretos sumándole el hecho de que Max entraba justo atrás de mí, fue una coincidencia, pero ya me imaginaba el tema de esta semana.
Por mi parte no me importaba, ya estaba acostumbrada a este tipo de situaciones, pero veía que Maximiliano no estaba tan acostumbrado. Por su puesto que iba a detener esto de una vez por todas y así fue.
-¡Damia!-exclamo Félix sacándome del estudio de fotografía y lo mire molesta
-sabes que era necesario que tomara cartas en este asunto- fue lo primero que dije empezando a caminar a mi oficina, necesitaba un café inmediatamente en verdad estaba muy molesta, ahora entendía la incomodidad de Max, en el estudio nadie fue disimulado.
-sabes, me sorprende que ahora si le prestes atención a los rumores-decía mi amigo entrando muy sorprendido y bufe dejándome caer en mi silla
-lo hice por Max, se veía incómodo-solté mirándolo y se quedó varado mirándome con los ojos abiertos a media oficina.
-tú-me señalo acercándose hasta mi escritorio -nunca habías actuado así Damia, y menos por alguien de tu sexo opuesto- aclaro asustado y negué inmediatamente
-no seas un exagerado y antes de que digas alguna tontería de las que estás pensando, sal de mi oficina- amenace tomando mi celular dispuesto a ignorarlo
-eres una pequeña mentirosa- soltó antes de salir y suspiré negando, pero negué al pensar en mi actitud de hace minutos atrás.
Había amenazado a mi personal, Dios mío, pero la incomodidad de Max no me dejaba tranquila, él es un buen chico que no merece estar en estas situaciones.
Veía la foto que Annie se había tomado con él en los días que estuvo hospitalizada, se veían lindos con coronas y colitas.
Annie se había encariñado tanto con Max que ahora era imposible el siquiera alejarlos, no entendía como es que habíamos llegado a esta situación.
***
-Mami, mi papi no viene hoy-fue lo primero que dijo mi hija al verme entrar con algunas bolsas de compras
-buenas noches, Annie, tu mami está muy bien-solté mirándola seria y empezó a reírse mientras se escondía detrás de mi abuela
-déjala, tu mami está cansada- respondió mi abuela mirándome curiosa y eleve mis hombros caminando a la cocina con las bolsas y suspire estirándome. Fue un día cansado con el nuevo lanzamiento en camino.
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Un detallito Inesperado
Ficção AdolescenteDamia Moore soñaba con ser mamá soltera y darle todo su amor, atención y comprensión a un pequeño ser por lo que estaba dispuesta a todo por lograrlo, era una chica que cumplía todo lo que se proponía. Maximiliano necesitaba ayudar a su madre y luc...