Vegapunk finalmente creía estar cerca de lograr su sueño, ¡Crear energía para todo el mundo! Sin embargo un error en sus cálculos provoco algo terrible, ¡Los piratas de Barbablanca estaban frente suyo!
Ace estaba contento al ver la primera recompen...
Dragon sabía y veía que aquella situación era más complicada que lo que parecía, aunque se alivió un poco al ver que todos se limitaban a defenderse y ningún ataque iba a muerte realmente, puede que Barbablanca y los suyos pensaran lo mismo, al igual que la contraparte. O al menos eso quería creer, de todas formas ahora su prioridad era traer a Vegapunk. No sin antes dejar una ventisca lo suficientemente fuerte para entorpecer las batallas.
Varios cientos de metros lejos de ahí, Ace se levantaba adolorido por el golpe, junto con Sabo, mientras una chica corría hacia ellos, Koala.
—¡Tienen que volver ahora mismo y detener a su hermano! —Grito a lo lejos, varias explosiones se veían a su espalda.
—¿Koala? —Ace se masajeó la mandíbula, sí que había sido doloroso. Sabo fue el primero en recomponerse, analizando la situación.
—¿Qué hiciste para enojar a Luffy así? —Murmuró para sí mismo.
—¿Eh? ¡¿Por qué me echas la culpa a mi?! ¡Seguro que fue por ti! Ya sabes lo emocional y explosivo que llega a ser. —Contraataco puño de fuego.
—¡Vamos! No tenemos tiempo, ¡se mataran entre sí o algo así! —Koala finalmente había llegado a su lado. —La situación es mala, todos se están enfrentando por un movimiento de descuido por uno de sus comandantes. —Explico con angustia.
Ace la miro —¿Enserio? ¿Lo ves Sabo? ¡Luffy sin duda lo está haciendo! —Soltó una carcajada de satisfacción, ¡poner nerviosos a sus compañeros no es algo que veía seguido!
El revolucionario rio con él —Si, sin duda. —Recibió un golpe en la cabeza por parte de Koala. —¿¡Y eso porque fue?! —Grito adolorido.
—¡No te lo tomes con tanta calma! Tienen que ir.
—Bien, bien. —Ace miro a su hermano. —¡Veamos que tanto a crecido nuestro hermanito!
Marco activo su fruta, lanzándose contra un espadachín peliverde, a quien identificaba como uno de los más fuertes. Para decepción de Vista, quien quería pelear con él, pero un rubio de cejas enrolladas detuvo su camino.
Thatch no era el primero en la línea de batalla, pero aquella situación lo ameritaba, así que unió fuerzas con Speed Jiru, peleando contra un Tanuki que cambiaba de forma constantemente, poniendo más presión al animal.
Izou disparaba con precisión, pero una bala que no había captado, ¿Qué clase de Haki de observación era esa? Se había entrado dentro de los orificios de sus pistolas, explotándolas. Curiel se encontraba en la misma situación, sus cañones habían sido explotados sin darse cuenta exactamente de dónde venía el ataque.
Namur se encontraba en una situación molesta para él, una mujer le lanzaba rayos a diestra y siniestra, teniendo en cuenta su estado 'mojado' si uno de esos le daba sería aún más poderoso, así que lo único que podía hacer era esquivarlos, junto con Kingdew que poco a poco se iba acercando a ella.
Varias manos aparecieron por el lugar, aprisionando a Blamenco y desarmándolo. Al igual que Rakuyo.
Blenheim chocaba contra un esqueleto, cosa que le puso algo nervioso, pero no afectó su combate. Haruta se unió a los choques. Por otro lado Atmos y Fossa se concentraban en un tipo de pelo azul, quien resistía a sus ataques.
Ivankov se concentró en el autodenominado 'Rey de los gigantes'
La mochila de Lindbergh fue impactada por el francotirador, dejando a la intemperie, Belo Betty salto a su rescate, mientras Karasu se transformaba en cientos de cuervos y arremetía al moreno que les estaba dando tantos problemas. Morley se unió al piso, buscando un ataque sorpresa, apareciendo justo detrás de la mujer que lanzaba rayos, está la golpeo con su bastón que contenía Haki de armamento y púas, desorientándolo un poco.
Momento que Kingdew aprovechó para atacarla, siendo detenido por una mano gigante que lo apareció por el costado.
—¡Eso estuvo cerca! —Dijo la mujer algo asustada. —¡Gracias Robin!
—De nada. —Respondió la pelinegra al lado de ella, guiñándole.
Koala finalmente había llegado devuelta al lugar, fue más rápido al recibir ayuda de la potencia de Puño de fuego Ace, pero estaba cansada por tanto correr, sin embargo la pelea entre Jozu y un Gyojin le tenían algo atrapada. Trató de esquivarlos pero se detuvo abruptamente al reconocer aquel Gyojin. —¿Jimbei-san? —Murmuró. Su voluntad para pelear se debilitó un poco, no se creía capaz de enfrentarse a su salvador. El hombre pez volvió a verla, sin descuidar su pelea.
—¡Jimbei! ¿Qué significa todo esto? ¿Por qué nos atacas? —Grito Jozu, consternado, no había podido formular sus dudas por todo el caos formado.
—Es evidente que el acto de Curiel-san complicó las cosas, preferiría no pelear, Jozu. Pero mi lealtad es completa a Luffy-kun. —Respondió mientras lanzaba un ataque.
Barbablanca miró la expresión de Luffy, parecía perdida, y no creía que fuera por él tal Sabo, si no por uno de sus hijos, Ace. Pero ahora mismo se tenía que concentrar en lo que tenía enfrente, aquella pelea sería sin duda desventajosa.
—¡Mocoso! ¿Qué pretendes con atacarnos? —Agarró su arma con furia, dando golpes al suelo, logrando sacar a Mugiwara del aparente trance en el que estaba.
Luffy se pasó una mano por el pelo, desesperado por todo aquello. Sentí la presencia de Ace acercándose, en un ataque. Al alzar la vista y ver el puño de fuego acercándose no pudo soportar aquello más tiempo, y contra todo pronóstico dejó que lo golpeara, tal vez, así sentiría aquellos golpes que le hacían falta por equivocarse o actuar tontamente por parte de su hermano mayor.
Ambos chocaron contra la tierra, moviendo la misma unos cuantos metros. —¡Luffy! —dijo Ace con una sonrisa. —¡Ese golpe fue fenomenal! No puedo esperar a pelear contigo en un uno a uno. —Lo miró con tanta ilusión e inocencia por los sucesos que tanto lo atormentaban que se quebró.
—Suficiente. —Desprende su Haki del rey con más potencia que nunca, deteniendo toda pelea con aquellas palabras. Y para sorpresa de Ace su fuego se apagó por completo por aquella demanda. Sabo tenía una sonrisa orgullosa. Agachándose a la misma altura de los dos hermanos.
—Ace...
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Trate de acomodar todo de tal forma que nadie quedara demasiado débil o demasiado fuerte. No dudo de las capacidades de los comandantes de Shirohige, pero no los hemos visto en acción así que tuve que improvisar con lo poco que se sabe, lo mismo pasa con los Revolucionarios. ¡Solo son unos cuantos golpes a ambos bandos! En una pelea extendida seria todo más complicado, así que me limite por una demostración de fuerza de los Mugis y ya.
