ꜱᴘʜɪɴx

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Sabo finalmente había llegado a la tumba de Ace, que estaba al lado del hombre más fuerte del mundo, Barbablanca.

Visitar ese lugar por segunda vez fue tan difícil como la primera, recordaba perfectamente ese momento, cuando había recuperado la memoria por la muerte del pirata, dándose cuenta que Portgas D. Ace era más que un simple pirata muerto en guerra, Ace era su hermano, un hermano que no había podido proteger y ayudar. El pecoso había muerto pensando que él había muerto a mano de los dragones celestiales, cosa que no era cierta.

Ace había muerto pensando que su hermano Luffy ya no tendría hermanos mayores que lo protegieran, había muerto sin saber que él estaba vivo y que los piratas ASL podían reunirse otra vez. Y él, en cambio vivió en la ignorancia durante más de una década, huyendo descaradamente del reino de Goa, dejando a dos hermanos que lloraron por él.

Lo único que lo consolaba era pensar que Ace estaba furioso por no haberlo encontrado en el cielo, en el más allá, o lo que sea que hubiera después de la muerte, si es que había algo, claro. Pero le gustaba pensar que sí.

Sphinx, la isla natal de Barbablanca, donde nació y posteriormente fue enterrado, junto a su hijo, Ace.

Padre e hijo murieron en aquella guerra. Y él había perdido a un hermano, pero había recuperado otro.

Visitó su tumba al recordar toda su infancia, prometiendo proteger a Luffy, ahora, volvía a visitarlo, después de todo, ambos hermanos tenían muchas cosas que contar.

Seguramente Ace estaría contento del progreso aterrador de Luffy, estaría orgulloso de que él haya logrado su aspiración, y puede que tambien lo estaría de él y todos sus logros contra el gobierno.

Así que, al ser coronado Luffy como el Rey de los piratas, ambos hermanos habían acordado visitar a Ace.

Pero había un problema, ¡Ya había pasado su aniversario y Luffy no aparecía!

—Tranquilízate, Sabo. Seguramente se entretuvo con algo-yoi... —Trato de calmar Marco, aunque él mismo estaba igual de preocupado.

—Es lo que quiero creer, Marco. Pero Luffy no es alguien que sea retenido fácilmente si de verdad quiere hacer algo, esto es importante para ambos, no creo que él decidiera no venir y ya. —Respondió el rubio, lleno de preocupación, recibiendo un suspiro a modo de respuesta.

Aquello era algo que ambos sabían, Luffy no sería retenido si de verdad quería hacer algo, y Ace era lo suficientemente importante para sacar la actitud seria de Luffy. Actitud que empleaba cuando necesitaba ser un capitán y líder, cosa que lograba perfectamente e incluso llegaba a ser un poco aterrador. Lo hacía de tal modo que sus órdenes no podían ser refutadas, cosa que admiraban.

El propio Marco veía en el joven capitán a su difunto padre, despreocupado y alegre la mayoría del tiempo, pero imponente y aterrador en situaciones críticas.

—¿Tú qué dices Ace? —Volteo la cabeza hacia la tumba de su hermano, frunciendo el ceño. —¡Tienes toda la razón! Luffy debe estar en problemas o fue tentado diabólicamente con carne. —Grito a lo alto.

Marco puso los ojos en blanco ante aquella actitud, le recordaba tanto a Ace... Demonios, empezaba a ponerse melancólico.

—Seguramente ya viene en camino, no te desesperes-yoi.

—¡Pero...! —Miró fijamente al ex-pirata. —Tienes razón, estoy un poco nervioso, disculpa.

—No hay problema-yoi. —Sonrío gentilmente al revolucionario, entendía sus sentimientos, pues el tambien los poseía. 

Recordó entonces los momentos felices de su tripulación, los grandes y poderosos piratas de Barbablanca, aunque su sonrisa se apago un poco al recordar tambien, su gran derrota. Sintiendo un escalofrió al recordar la presencia de Teach, que tanto daño les causo.  

Una voz llamó su atención, seguido de varios gritos de terror y angustia, un Haki imponente se instaló en la isla de un momento a otro. Preocupando a ambos rubios.

Especialmente porque conocen muy bien aquella presencia, y no les gustaba para nada.

Aquel escalofrió era mucho más que un recuerdo. 

Sabo agarró su barra de metal, Marco activo su fruta del diablo, corriendo hacia la catástrofe.

Las casas se derrumban por los ataques, los aldeanos más indefensos sucumbieron ante la injusticia pirata y aquel poder destructivo, que en cuestión de segundos destrozó toda la aldea, para consternación del Fenix.

Alzó el vuelo, observando como lo que había jurado proteger sucumbía por la oscuridad, mientras aquella risa retumbaba por el lugar. "Zehahahahah."

—¡Teach! —Grito Marco lleno de ira.

Aquello no podía ser verdad, ¡Ya había destruido todo lo que le importaba! Había matado a su padre y ultrajado su cuerpo, había provocado la guerra en la que tanto perdieron, había destrozado la tripulación a la que tanto debía, y ahora, por si fuera poco, había destrozado la aldea que juró proteger bajo sus narices, sin que pudiera evitar ninguna de esas cosas, de sentía tan impotente. ¿Porque no dejaba de quitarle las cosas que más apreciaba? ¿Tanto lo odiaba? ¿Fue tan mal hermano para recibir ese tipo de trato?

Habían bajado la guardia esperando que Mugiwara apareciera, pero él no lo había hecho, en cambio Teach sí. Y vaya que se aprovechó de su debilidad.

Sabo apretó los dientes, lleno de impotencia. El asesino de su hermano, pues eso era lo que era Teach, el asesino de su hermano. Pero no sería imprudente, sabía lo peligroso que era, y la desventaja que tenía en aquel enfrentamiento.

Pues Barbanegra podía someter a los usuarios de las frutas del diablo, cosa que tanto Marco como él tenían, y estaba con su tripulación, cosa que ambos carecían. 

—¡Marco! Cuanto tiempo, ¿me has extrañado, hermano? —Pregunto con malicia. 

—No, ni un poco, honestamente preferiría que murieras-yoi

—Zehahahahaha, entonces es una lastima, el que morirá eres tu. 

Sabo abrió los ojos, incrédulo, al escuchar aquello, estaba furioso, ¡¿Iría contra Marco?! ¡No podía permitirlo! 

—¡No creas que te saldrás con la tuya, Teach! 

—Uhg. —Dudo un poco al ver al emperador de las llamas, aunque sonrió maniacamente después de su momento de duda. —Tú... estoy seguro que serás una buena atracción para tu querido hermanito. —Alzo ambos brazos, con la derecha golpeó el aire, creando unas grietas, "La fruta de Oyaji." Con la izquierdad creo una oscuridad abrumadora. "La fruta que provoco todo." 







Turuturu, estoy emocionada, todo está fluyendo bastante bien

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Turuturu, estoy emocionada, todo está fluyendo bastante bien.

¡No se olviden de ver mis otras historias! 

Failed Experiment || One Piece StoriesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora