Primera vista.

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Adrien suspiraba en su habitación. Su vida había cambiado tanto desde que sus padres murieron, aún le costaba aceptar eso, sentía que en cualquier momento se derrumbaría, sentía que ahora estaba solo en el mundo y que su vida ya carecía de sentido. Aunque no estaba completamente solo, uno de los cambios más grandes que ocurrieron en su vida fue el hecho de que ahora vivía con su tía y con su primo Félix.

—¿Otra vez suspirando por amor? —preguntó Plagg. Plagg se daba cuenta de que su portador se sentía mal y por esa razón intentaba bromear con él —, ya sabes que eres rubio, eso te hace guapo, seguramente le gustarás a esa chica.

—Ya te he dicho que no me gusta Marinette —Adrien se sonrojó, desde hace tiempo se había dado cuenta de que eso era una gran mentira. Marinette no era solo una amiga, ya no se podía seguir engañando con eso.

—Yo en ningún momento mencioné a Marinette —Plagg sonrió, él se daba cuenta de que su portador estaba enamorado. Si bien Plagg odiaba el amor, le gustaba la idea de poder molestar un poco a Adrien y al mismo tiempo poder divertirse, mataba a dos pájaros de un tiro —. ¿Por qué no hablas con ella?

—¿Ir a ver a Marinette a estás horas? ¡Es una locura! —Adrien sonrió y Plagg deseó golpearlo, ¿acaso no lo escuchó bien? ¡Él no dijo eso!

*

—Un dibujo por aquí, un detalle por acá y ¡ya está! ¡un diseño terminado! —Marinette observaba su diseño y sonreía con orgullo, era otro diseño fascinante.

—Gracias por recibirme con esa alegría, Princesa.

—¿Chat Noir?

La azabache soltó su dibujo y levantó su mirada de modo lento, observando de ese modo a su compañero gatuno. Él la miró y le sonrió. Verla en su balcón en la noche era una vista grandiosa, la luz de la noche la hacia ver hermosa, incluso lo hizo recordar la primera vez que se conocieron, su primera vista de ella, ese día en el salón de clases. Los ojos de Marinette eran tan expresivos que parecían hablar.

—Solo estaba haciendo un patrullaje nocturno —improvisó —. Y me sorprendió ver a una chica despierta, pensé que te pasaba algo, pero al ver lo feliz que estás, creo que mi intuición falló.

—Ahora que estás aquí me siento más segura —le dijo para tranquilizarlo. Chat sonrió, confiaba en ella —. Acabo de terminar un diseño, por eso me veías festejando.

—Ya veo, eso tiene sentido, pensé que hablabas con un villano invisible —bromeó —. Ya estaba listo para salvarte, ya sabes que estoy armado —le guiñó el ojo.

—Por suerte no será necesario.

—Te perdiste al único e inigualable Chat Noir en acción.

—Es una lástima.

¡Ya necesitaba escribir sobre mis niños! ¡Me encantan! ❤️

Mayo Marichat.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora