Después de aquella visita nocturna, Chat Noir no regresó. Parecía ser que su plan era desaparecer repentinamente, ¿por qué? Marinette no lo entendía, solo sabía que ese Gatito le dejaba una carta cada sábado, en vez de ir a visitarla como antes, para hablar con ella.
—Otra carta, Marinette —le dijo Tikki mientras lanzaba la carta a la cama de la azabache.
Marinette suspiró. Ella había intentado verlo, pero nunca funcionaba. Parecía ser que ese Gatito torpe de antes (de las primeras misiones), ya no existía. Ahora actuaba como un gato real, uno muy hábil.
—Supongo que él sabe lo que hace... —Marinette suspiró y abrió la carta para poder leerla.
—¡Cree que sé lo que hago! —Chat se emocionó. Él quería que Marinette se de cuenta de sus sentimientos, por eso le llevaba cartas, de ese modo se daría cuenta de lo mucho que lo extrañaba y de cuanto quería verlo. Quería que se diera cuenta de que su amor era recíproco.
*
Cuando la vuelta a clases llegó. Marinette se sorprendió mucho al ver a Adrien y simplemente... ver a un amigo, a un chico normal, como cualquier otro. Incluso Adrien se sorprendió, porque ella siempre actuaba de un modo algo extraño, pero tierno al mismo tiempo. Ahora él quería estar cerca de ella y tenerla cerca, la extrañaba, pero por desgracia, incluso les tocó en salones distintos.
Fue en el recreo el momento en el que Adrien se dio cuenta de que algo había cambiado y deseó poder confesarle a Marinette su identidad, porque él era Chat Noir y por alguna razón, siendo Chat se sentía más cómodo estando con ella.
—¿Fue un primer día de clases difícil, Marinette? —le preguntó.
—Creo que fue algo cansador, es cosa de acostumbrarse a todo lo nuevo —respondió la azabache —. ¿Qué hay de tú día?
Adrien sonrió, por fin tenían una conversación más larga.
—Extrañó estar en el mismo salón con todos, todos éramos buenos amigos.
—No hables en pasado, Adrien, no importa que no estemos en el mismo salón, seguimos siendo amigos —lo corrigió la azabache —. Aún nos podemos ver —de pronto sus ojos brillaron, Adrien pensó que tal vez extrañaba al Gatito y eso lo hizo sonreír un poco.
—Es cierto, debo pensar positivo, como tú.
—Sí, yo siempre pienso positivo —recordó la azabache.
*
Entonces, Marinette comenzó a formular un plan para atrapar a Chat Noir el sábado, porque ella era la única e increíble Ladybug, la chica que tenía los planes más alocados y divertidos.
—Ya te divertiste lo suficiente, Gatito, ahora es mi turno —dijo sonriente mientras comenzaba a anotar su plan y dibujaba algunos detalles.
Tikki solo observaba y reía, pensaba que todo esto se pondría muy alocado y le gustaba la idea. Después de todo: no había villanos aún y ellos seguían siendo adolescentes, podían divertirse.
Tengo un esguince en el dedo, pero hoy es sábado y les juro que ¡ya no quiero estudiar más!, aunque el martes y el viernes tengo pruebas (de temas muy aburridos, es que si no te gusta viajar, pues...), pero bueno, escribí un poquito para despejarme. ¡Gracias por leer! :3