Mentiras.

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—La verdad Marinette es que cuando tienes que ser un superhéroe, debes decir muchas mentiras... —confesó el felino —, te acostumbras a ello, es como tener dos personalidades, la normal y la que adopta el superhéroe, porque de ese modo no te descubren.

Ambos estaban conversando en el balcón, ya era hora de tener una conversación sincera de una vez por todas.

Marinette asintió. Ella entendía bien eso, durante mucho tiempo pensó que Ladybug era la chica valiente y asombrosa y que Marinette solo era la chica torpe y desastrosa, con el tiempo eso cambió, ella pensaba que había cambiado y que era más parecida a Ladybug, ser Ladybug la ayudó a mejorar como persona.

—Antes pensaba que un superhéroe no se podía enamorar —Marinette alzó una de sus cejas, recordando cuando estaba enamorado de Ladybug —. Me gustaba Ladybug, había muchas entrevistas que me delataban —él soltó una risa —. Pero después pensé: ¿y si por mí culpa dañan a Ladybug? Entonces... me di cuenta de ser un superhéroe es bastante peligroso y arriesgado.

—Lo es, pones tú vida en riesgo cada vez que hay un villano.

—No solo mi vida, sino también la vida de quienes amo —Marinette asintió. A veces tocaba pelear contra miembros de tu familia, eso también era complicado porque no quieres dañarlos —. Por eso había decidido no enamorarme de nadie, pero... llegaste tú.

Marinette se sonrojó, su corazón dio un salto ante eso, era una declaración, eran palabras tan sinceras. ¡Dios! ¿Cómo es que ese Gatito podía ser tan sincero? Ni siquiera titubeaba al hablar.

—Llegaste tú y todo cambió. Visitarte, conocerte y enamorarme —la estaba mirando fijamente, podía notar ese lindo sonrojo y como sus ojos se habían abierto de un modo un tanto gracioso —. Eres una chica increíble, inteligente, tierna, tienes muchas virtudes.

Marinette se mantuvo en silencio, sintió fuertes deseos de llorar, todo eso era tan lindo y tan sincero.

—Mi corazón me dice que tú también tienes sentimientos por mí, Marinette.

—Y tú corazón no miente, Chat... —confesó ella, dejando salir un suspiro. ¿De qué servía mentir? De nada.

Chat no lo resistió más, su felicidad y el entusiasmo lo hicieron acercarse a ella y hacer lo que ansiaba desde hace mucho tiempo: besarla. Ella correspondió. Fue un beso tierno, lleno de amor que guardaron durante bastante, ya no había lugar para dudas ni para mentiras.

Apenas se separaron, Marinette golpeó el hombro de Chat. Él se quejó.

—¡El amor duele! —exclamó el felino.

—Eso fue por abandonarme durante tanto tiempo —le reclamó. Él sonrió fingiendo inocencia. Ella volvió a golpearlo y Chat alzó una ceja, confundido —. Y eso fue por hacer que me enamore de ti, eres un superhéroe —más que nada, ese golpe se lo daría a ella misma, pero sería algo bastante raro, ¿no?

Ya era hora de que fueran sinceros, irónico considerando que la palabra del día era "mentiras", jajaja, ¡necesitaba escribir romance entre ellos! :3

Mayo Marichat.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora