Desde que ambos se habían convertido en una pareja oficial, las visitas de Chat Noir se hicieron más frecuentes. Como habían acordado, mantenían su relación en secreto, así era más sencillo para ambos. Pasaban lindos momentos en el balcón o en la habitación de la azabache, era divertido tener una relación secreta, en ocasiones se sentían como criminales, ya que debían ser discretos y evitar hacer ruido, resultaba bastante emocionante.
Ya había transcurrido una semana, por lo que podían celebrar su primer aniversario, su "semana-versario".
—Eres demasiado cursi... —Plagg rodó los ojos.
—No es que sea cursi, es que tú no sabes nada de romance —se defendió Adrien.
—Es porque soy un Kwami, prefiero el queso que el romance —Plagg le sacó la lengua, se estaba defendiendo. Adrien simplemente rió. Plagg fue por Camembert, esa "pelea" no tenía sentido para él.
*
Esa noche, apenas llegó al balcón Marinette le dio un abrazo y un beso.
—¡Feliz aniversario, Gatito! —le dijo apenas se separó.
—¡Feliz aniversario, Princesa! —Chat le entregó un ramo de rosas rojas y rosadas, era una combinación muy linda —, cumplimos una semana juntos, una semana desde que este sueño comenzó —el felino sonrió. Le gustó mucho ver como la azabache se sonrojó —. Princesa, ¿qué te parece si vamos al cine juntos?
—¿Qué? —la azabache retrocedió unos pasos sin darse cuenta —, pero se supone que no podemos, que todo esto debe ser un secreto, ¿no?
—Lo sé, pero te recuerdo que una vez fuimos al cine juntos —ambos recordaron eso, habían decidido ver una película sin nada de romance —. ¿Por qué no vamos de nuevo? Nadie sabrá que somos novios, simplemente disfrutemos de una buena película juntos.
—Supongo que podemos ver una película romántica, ya ninguno tiene el corazón roto.
—Contigo jamás podría tener el corazón roto —Chat se acercó y la envolvió entre sus brazos —. Merecemos tener un lindo aniversario, vemos una película, comemos palomitas y vemos qué pasa.
—De acuerdo —Chat aplaudió emocionado —. Por suerte sigo vestida —Chat rió ante eso.
—Me gusta cuando sales en pijama, te ves tierna —la azabache se sonrojó, el felino volvió a sonreír —. Definitivamente amo verte sonrojada, eres muy linda.
—Vamos antes de que cambie de opinión —advirtió la azabache.
—¡No se diga más! —y de ese modo el felino la tomó entre sus brazos listo para comenzar a saltar por los tejados hasta llegar al cine. Eso era mucho más rápido que ir en autobús. Marinette se aferró a su cuello, el felino disfrutó teniéndola tan cerca, ella sentía que podía escuchar su corazón, era una sensación muy agradable.
