Chat Noir fue el primero en despertar y deseó no haber despertado. Apenas abrió sus ojos se encontró con la bella imagen de su novia durmiendo a su lado, estaba muy cerca de él y ambos estaban tapados con la misma manta. Uno de sus involuntarios ronroneos escapó de su pecho, no pudo evitarlo. Sintió muchos deseos de acercarse más a ella y arrullarla, se veían tan linda. Se acercó un poco más y vio su rostro, Marinette se veía muy tierna, su rostro era hermoso, se veía tan tranquila, se notaba que estaba durmiendo bien.
Chat solo necesitaba levantarse con sigilo, salir de la cama sin hacer ruido y ya. Se estiró un poco, pudo ver el reloj que había en el velador y notó que eran las siete de la mañana, ¿los padres de Marinette estarían despiertos tan temprano un domingo? Sintió mucha curiosidad, ¿a ella la despertaban temprano los domingos o la dejaban dormir hasta tarde?, lo mejor sería irse rápido.
Se estiró del modo más sigiloso posible, movió la manta sin destapar a su novia y después de algunos intentos, logró salir de la cama. ¡Fue todo un éxito!, como siempre.
Aunque... sin querer tiró de la manta que tapaba a su novia, ella se despertó enseguida porque la manta cayó al suelo de modo brusco. Frotó sus ojos y vio a su novio, él sonreía apenado.
—Lo lamento, a veces ser sigiloso no es lo mío —se disculpó —. Pensé que podría irme sin despertarte, te veías muy tranquila.
—No te preocupes por despertarme. Tú anoche te veías muy cansado, por eso te dejé dormir en mi cama.
—Dormimos juntos por primera vez —ambos se sonrojaron ante eso. Sonaba como algo adulto, como algo malo, pero era algo tan inocente, aunque era inevitable para ambos no sentirse algo avergonzados al respecto —. ¿Quieres que te arrulle para que puedas dormir tranquila otra vez?
Marinette se alejó un poco y vio la hora, sus padres ya estarían en la Panadería trabajando. Normalmente a ella la dejaban dormir hasta tarde los domingos, porque era su día libre y podía descansar todo lo que quisiera. De pronto tuvo una idea y sonrió.
—Gatito, ¿qué te parece la idea de desayunar juntos? Sé que es bastante temprano, pero normalmente solo nos vemos de noche.
—Nuestro primer desayuno juntos como novios oficiales, ¡me encanta la idea!
—¡Perrrfecto! —respondió ella sonriente —, mis padres están trabajando, podemos ir a la cocina juntos.
—¡Vamos! —ambos se tomaron de la mano y emprendieron rumbo a la cocina sonrientes. Nada mejor que pasar más tiempo juntos, ¿qué importaba la hora?