—Tal vez podría ponerme otro tipo de ropa, pero que sea similar a la que ya uso —mencionó la azabache mientras se observaba en el espejo.
—Oh, pensaba que la idea del cambio de imagen era solo una idea —respondió el felino —. Sinceramente a mí me gusta mucho tu estilo y me encanta como te ves. Me gustan tus coletas, son muy tiernas.
—Gracias por tu sinceridad, Gatito —Marinette se acercó para besar su mejilla —. Creo que tengo algunas prendas antiguas que puedo mejorar un poco, es solo una idea, decorar la ropa antigua con cosas nuevas, algo que sea más mi estilo.
—¿Eso quiere decir que tu estilo es algo así como usar ropa vintage? —preguntó el felino —, vaya, entonces yo también debería cambiar un poco para poder gustarte más.
—¿Bromeas? ¡Amo tú estilo! —exclamó la azabache mirándolo fijamente —, creo que tu traje es muy lindo, te hace lucir bien y definitivamente amo la campana... —la azabache se acercó lo suficiente como para hacer que la campana sonará. Chat tenía a su novia demasiado cerca y no pudo evitar sentirse algo nervioso, todo eso era demasiado seductor para el pobre felino.
Marinette rió y se alejó. Ver esa reacción en el felino la hizo sentir algo poderosa.
—Estaba pensando quizás en dejar de lado este pantalón largo y ponerme un short, pero no quiero que sea algo aburrido —mencionó, estaba comentando su idea en voz alta —. Y esta chaqueta me aburrió bastante, quiero una con otro diseño, algo rosa, quizás flores o una cintita. Mm... ¿quizás ponerme una cintita en el cabello? Tengo algunos bocetos...
La azabache abrió uno de sus cajones y le enseñó sus bocetos a su novio. Él los observaba y no podía dejar de sorprenderse, su novia era increíblemente talentosa.
—Eres increíble, Marinette —fue lo primero que dijo —. Lo que sea que diseñes te quedará bien, eres hermosa y talentosa.
—Gracias, Gatito —y Marinette lo besó.
