Innsaei

Caída en Picada

De todas las cosas que podían pasar, la sombra al final de esa semana, fue la más dolorosa.

Sylwanin dejó de asistir a la escuela y Omli fue con ella. Ambas intentaron por varios días hablar con Eywa y pedir dirección. Pero sus corazones, en especial el de Sylwanin, cegado por la ira y el temor oscurecieron la paz que la Gran Madre les intentaba dar.

Ese último día, Grace obligó a Omli a quedarse en el salón de clases, a pesar de la discusión, Omli aceptó, viendo como su amada amiga se iba con un grupo de jóvenes na'vi.

Lo último que se dijeron una a la otra fue:

—Tsahik'tsmuke... —murmuró Sylwanin. —Tu eres mi hermana, mi amada hermana de otro clan. Gracias por proteger a mi pueblo, pero es deber mío protegerlos a ellos.

—¿A qué te refieres? —percibiendo un mal presentimiento

Tsu'tey apareció de entre los arbustos, con el rostro pintado, empuñando su arco. Él la llamó.

—Cuídate hermana, cuida a Neytiri y protege a tu clan. —besando su frente. —Sé que intentaste escuchar a Eywa, pero mi furia ensombreció su voz, y tú... —acariciando su cabeza, sonriéndole. —hermanita, me acompañaste en mi ira. Prométeme que no le dirás nada a Grace Sa'nok, por favor...

Omli sintió que era una extraña petición, e incluso la sensación que emanaba aquella situación, se sentía como si en verdad...Sylwanin nunca fuera a regresar.

Casi al término de la clase, el corazón de Omli comenzó a acelerarse. Durante toda la jornada ella no pudo estar tranquila, bajo sus pies un terrible temblor corría, como si su miedo se vertiera entre sus dedos.

Cuando Grace se despedía de sus alumnos, en el aire se escuchó el eco de los disparos. Asustada, ella reunió a los niños junto a Omli, mientras que Lak'ma y Vam'zuk estaba en la entrada, al tiempo que Haminai corría hacia sus hermanos.

—¡Lak'ma! —exclamó Omli, apunto de decirle que se refugiara con los demás.

En ese instante, ella vio las siluetas de Sylwanin y Tsu'tey corriendo hacia la escuela, lanzando flechas a los AMP suits que les disparaban sin piedad.

Todo fue tan rápido.

Demasiado rápido.

Cuando Grace ocultó a los niños detrás de los muros de bambú, le pidió a Omli que se quedara atrás. Pero Neytiri salió corriendo hacia la puerta y Omli fue detrás de ella.

Las balas fueron muy veloces, como rayos en una tormenta. Y Sylwanin no se quitó del camino de esos proyectiles.

Ella murió en las puertas de la escuela.

Omli no podía creerlo, en su vida había visto a alguien morir. Los gritos de Neytiri parecían distantes, Grace salió despavorida, gritando a diestra y siniestra a los soldados exigiéndoles que se detuvieran.

Tsu'tey llegó con la cabeza ensangrentada, sostuvo el cuerpo de Sylwanini mientras ahogaba sus sollozos. Neytiri lo abrazó mientras Omli solo se quedó mirándola. Su cuerpo palidecía con cada nueva línea de sangre que brotaba de su vientre.

—¡Malditos! —gritó Grace, desgarradamente.

Aquel aullido atrajo la atención de Omli. En los brazos de Grace estaba el cuerpo de Haminai.

Omli caminó por pura inercia.

Al salir a la puerta y ver a sus hermanos.

Lak'ma.

Vam'zuk.

Haminai.

Los tres. Sus tres amados hermanos, su pequeño clan.