Séptima Lección

16 2 0
                                    


 Recomendación: Escuchen esta canción mientras leen el capítulo (Burning Heart-Survivor) 

—Todos somos libres de escoger nuestro camino. —dijo Omli, mientras pintaba el rostro de los soldados. —Aún si los han traído a la vida, fuera de su voluntad, el simple hecho de estar vivos les da poder de elegir, de dominar sus propias vidas...

Omli los preparaba para la ceremonia de iknimaya, antes de empezar a escalar las escarpadas montañas Aleluya.

—Nuestra Gran Madre siempre ha extendido su mano para cobijar a quien lo desee, sus hijos somos quienes más cercanos somo a ella y sin embargo. —respirando profundamente. —Hay hijos que no pertenecen a este mundo y son aceptados, al igual que los hijos de este mundo, quienes deciden rechazar a nuestra Gran Madre.

Finalmente, ella llegó al Coronel, deslizando sus dedos al costado de su cabeza, marcando con tres líneas amarillas la cicatriz que alguna vez tubo.

—No lo olviden. Eywa protege el balance, cuida de la vida y resguarda la muerte...Nuestra Gran Madre ama a todos sus hijos. —dibujando una "v" en la frente del Coronel. —Sin importar de donde vengan...

Two worlds collide

Rival nations

It's a primitive clash

Venting years of frustration

—Ah, cierto. —dijo Zhang, prestando sus audífonos. —Es una canción: Burning Heart, el tema de una de mis películas favoritas, la mejor de todas.

Omli apenas iba a correr en la caminadora, quien la acompañaba era López, y sin embargo Zhang decidió acercarse para compartirle un poco de su motivación personal.

—¿Burning Heart? —respondió Omli, tomando los audífonos.

—Algún día deberías ver esas películas, Rocky es mi ídolo.

Confundida, ella lo miró.

—¿Ro'ki?

—Rocky. —dijo Zhang, aclarando la pronunciación.

Bravely we hope

Against all hope

There is so much at stake

Seems our freedom's up

Against the ropes

La última semana del entrenamiento en el camino na'vi había llegado.

Es hora, de encender sus corazones

—¡Solo escuchen su corazón! —exclamó Omli, mientras fluía con agilidad entre la espesura del bosque. —¡Sigan! ¡No quiero curar mordidas de nantang!

Omli cambió su estrategia, al inicio de la semana debía enseñarles la lección que tanto les había insistido:

—¡Aprender rápido o morir! —exclamaron los soldados.

Ellos saltaron desde el final del peñasco, balanceándose entre las lianas. Dejando atrás a los feroces viper wolfs.

A mitad del salto, Brown fue más ágil, capturando la pluma en la cola de la Tsahik.

—Hell Yeah! —exclamó el soldado

Esa semana acamparon en el bosque, día y noche rodeados de la belleza salvaje de Pandora.

InnsaeiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora