El Veneno del Corazón

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El Coronel sentó a Omli frente a una mesa, en una de las celdas del área de seguridad. Ella creyó que en verdad sería encerrada, se sentía triste, asustada, pero no se arrepentía por lo que había hecho.

Si ese era su castigo, entonces lo tomaría con orgullo. Defender el honor de su padre era su forma de justicia.

El Coronel colocó un vaso de agua frente a Omli y una caja de pañuelos. Ella no comprendió porque eran necesarios esos objetos, hasta que de la mesa, una pantalla holográfica apareció.

—Debí mostrarte esto dese un principio. —dijo el Coronel. —Pero creo que este es el momento indicado.

De la pantalla se leyó un mensaje:


Registro 747.

Misión Cap. Rec. TAP.


La pantalla cambió a un video.

Desde la vista de la máscara de un soldado, este señaló el área en el que iban a aterrizar: la aldea del clan Sahazra.

Entonces se escuchó la voz de Mercer, dando indicaciones.

Desplegar las unidades:

—Ya saben que hacer, solo necesito a tres de ellos. Los demás elimínenlos.

La siguiente toma cambió a la perspectiva de un AMP Suit, disparando hacia el follaje de los árboles. Los gritos y los disparos eran desgarradoras, una lluvia de granadas aturdidoras, seguida de una explosión incandescente que incendió el follaje de los árboles.

La toma cambió una vez más, esta vez se observaban a los ikran desplomarse del cielo, cayendo junto a sus jinetes. Uno de los soldados disparaba a los na'vi que seguían resistiéndose, entre ellos, Va'lam, quien sangraba del pecho pero seguía peleando.

¡Ma'sempul! —Omli se colocó de pie. Incapaz de apartar la mirada a la pantalla.

Quaritch tan solo observaba en silencio la reacción de Omli. Él sentía cierto remordimiento, por alguna razón, su frialdad y rigidez ante situaciones como estas, parecían debilitarse. Él sabía perfectamente lo que hacía.

Sabía del daño que le provocaba a Omli.

¿Honor?

El gran Va'lam lucho con honor en una guerra que no conocía esa virtud.

Tres soldados flanquearon un AMP Suit, este grupo arremetió contra el cazador, impiadosos. Cuando este fue abatido, uno de los soldados se acercó, pateó el rostro del cazador percatándose de que este seguía vivo; todo su cuerpo se tintaba de sangre, profundos huecos en todo su cuerpo y aún así, respiraba.

Lo siguiente que se observó fue al soldado cortando el cordón neuronal del cazador, quien gritó desgarradamente, con las pocas fuerzas que le quedaban este se retorció, haciendo que la sangre manchara aún más su cuerpo.

El soldado lo observó unos instantes, como si disfrutara la vista del sufrimiento, el rostro de la debilidad ser masacrada ante el más fuerte. Y como si la vida de aquel na'vi fuera inmensamente inferior a la de él, le disparó en la cabeza.

Cesando así los gritos de desesperación.

El cuerpo retorcido quedó inmóvil.

Sus párpados quedaron tensos.

Nawn sa'nok... —Omli apartó la mirada, contemplando la trenza de su padre entre sus manos.

Aquellas imágenes quedaron en la mente de Omli. Ella hubiera deseado cualquier otro castigo, que la hubieran torturado o que incluso, le hubieran arrebatado la vida.

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