𓏲ָ 𝔖𝔢𝔪𝔭𝔦𝔱𝔢𝔯𝔫𝔬🪷//ᵐⁱⁿˢᵘⁿᵍ

𝟷𝟾.•°~

Los días pasaban veloces, las emociones surgían con ferocidad mientras otras se apagaban subitamente. Los destinos desencontrados de a poco iban encontrando su camino, a pesar de todos los intentos por no cambiar el rumbo.

Changbin había descubierto finalmente la historia completa, se la habían presentado en bandeja de plata, obsequiada como regalo de la vida para pedirle disculpas por todo lo que le había hecho pasar.

Ese día se llevaba a cabo otra cena de negocios en la casa de los Lee, generalmente siempre era el punto de encuentro debido a la influencia tan grande que tenía Lee Seok en el mundo empresarial. Además era el poseedor de un gran número de empleados que le daban el privilegio de una gran atención a sus invitados.

Como de costumbre, el Sr Seo Yonchang también se encontraba en el lugar y por alguna extraña razón, siempre intentaba buscarlo. Changbin comenzó a creer que ese hombre era un pedófilo morboso que solo quería satisfacer alguna fantasía, por lo que cada vez que se encontraba en la casa, intentaba alejarse aún más de la planta superior.

Pero Yonchang era un hombre que no dejaba escapar lo que quería y se la ingenió para dar con el patio de empleados, algo que sorprendió levemente al menor. Aunque debió temer por lo que ese señor pudiera hacerle, no sintió ni la más mínima emoción o sentimiento de miedo al verlo.

—Señor, usted no debería estar aquí, es un jardín exclusivo para empleados— advirtió el pelinegro.

—Oh, lo siento, no tenía idea de que algo como eso existiera— respondió el mayor con una pequeña risa nerviosa— ¿Tu eres empleado aquí? ¿Siendo tan pequeño?

—Necesito un lugar en el cual dormir.

—¿Y tus padres?

—No lo sé— mintió, aunque sabía quien era su madre, aún no tenía idea de quién era su padre.

—Oh pequeño, que horrible, pero aún así no deberías trabajar, ellos deberían haberte ofrecido un lugar…

—Señor, usted no debería estar aquí— insistió Changbin, comenzando a molestarse por lo entrometido que era ese hombre.

Yonchang observó al muchacho frente a él, el cual no se había volteado a verlo en ningún momento, cada vez se notaba más fuerte que antes, no lo había conocido hacía mucho, pero podía notar que cambiaba velozmente su masa corporal. Ese chico se volvía fuerte y eso solo podía significar una cosa, una cosa que él quería usar a su favor.

—Changbin…— lo llamó el mayor.

El nombrado se giró, no sabía cómo ese hombre sabía su nombre ni porque, pero no era algo a lo que le diera mucha relevancia. Solo quería que se fuera, que lo dejara tranquilo, porque no se encontraba en un momento en el que pudiera controlar sus acciones.

—¿Qué se le ofrece?

—Quiero contarte toda la verdad, quiero que sepas quien eres y…también quiero pedirte disculpas.

Luego de esas palabras que Changbin no comprendió muy bien, el mayor comenzó a resaltar la historia de cómo había conocido a Lee Minji. Una mujer casada, con un hijo de apenas un año, tan aburrida y sola, tan triste y abandonada. La cual terminó cayendo ante sus encantadores actos de caballerosidad y quedó embarazada.

—Minji quedó embarazada luego de unos pocos meses— comentó Yonchang— Ella no quería a ese niño, pero no era capaz de abortarlo, por lo que yo me ofrecí a hacerme cargo de él— explicó— Pero por alguna razón ella tampoco quiso eso, ,se apartó completamente y tuvo al niño sin nunca decirme nada.

—¿Qué es lo que quiere decirme con todo esto?— cuestionó Changbin, no es que no entendiera, es que él quería que le dijera las cosas sin rodeos.