Los días pasaron veloces, pero aún se le hacía difícil borrar aquellas imágenes de su cabeza. Intento ver a Changbin algunas veces, se acercaba a la reja que separaba los jardines, pasaba por al lado de la puerta que daba al sótano y deambulaba de vez en cuando por la cocina. Pero no era capaz de encontrar al menor.
Tampoco había visto a Jisung en ese tiempo, por lo que comenzaba a praocuparse. Quizás aquella mentira blanca no había salido tan bien como pensó, quizás sus padres ya se habían dado cuenta de quién era Han y le habían prohibido la entrada a la mansión. Ojalá nada de eso fuera así.
—Min, cariño— lo llamó su madre— Después de pensarlo un poco y charlarlo con tu padre, aceptamos que traigas ese niño a la casa, después de todo gracias a él pudiste volver sano y salvo.
El menor trató de ocultar su rostro sorprendido a toda costa, realmente había creído que jamás aceptarían la propuesta que les había hecho cuando volvían del gran salón, pero para su suerte era un hijo rico y consentido.
Ahora solo debía buscar la forma de contactar a Jisung para decirle, aunque estaba seguro de que estaba evitandolo, debido a la golpiza que le habían dado a Changbin. Él no quería que nadie saliera herido, pero necesitaba más información, no entendía la razón del odio de sus padres hacia ese niño y por alguna razón sentía que era algo que debía saber.
Se mantuvo alerta, vigilando si llegaba algún auto o si escuchaba las voces de el castaño y de ese niño, pero no obtuvo suerte sino hasta una semana más tarde. Se encontraba haciendo sus tareas del colegio en el escritorio de su habitación, cuando vió que llegaba un taxi. Del vehículo bajó el chico que tanto estaba esperando, por lo que no dejó escapar su oportunidad.
Bajó inmediatamente de su habitación y se dirigió al jardín, corrió a toda velocidad hacía la reja, más no llegó a tiempo, pudo ver la puerta que llevaba hacia el sótano terminar de cerrarse. Pero él no iba a darse por vencido, de alguna manera llegaría a hablar con Jisung.
Esas últimas semanas habían sido algo complicadas, Changbin se encontraba bastante débil, la golpiza había sido muy fuerte. Aunque el pelinegro insistiera en que estaba bien, aún no era capaz de moverse adecuadamente, no podía mantenerse derecho, su abdomen le dolía al nivel de tener que caminar medio agachado. Por esa razón había ido todos los días sin falta luego de clases.
Le llevaba las tareas, le explicaba los temas nuevos, lo cual era muy difícil porque él no era bueno en la escuela, pero se había esforzado para entender y poder ayudar a su amigo. También se ocupaba de limpiar las heridas y colocar hielo en los visibles hematomas, los cuales tenían un color horrible, no podía imaginar cuánto debían de doler.
—¿Otra vez estás aquí?— cuestionó el pelinegro cuando lo vió entrar a su habitación.
—Voy a venir todos los días hasta que puedas caminar como una persona normal— respondió Han sentándose a su lado— ¿Te duele algo?
ESTÁS LEYENDO
𓏲ָ 𝔖𝔢𝔪𝔭𝔦𝔱𝔢𝔯𝔫𝔬🪷//ᵐⁱⁿˢᵘⁿᵍ
Romance🪷ᴘʀᴇᴄᴜᴇʟᴀ ᴅᴇ ᴛʀᴜᴇᴠᴇʟʟɪᴇ 𝔘𝔫 𝔞𝔪𝔬𝔯 𝔠𝔬𝔫 𝔟𝔞𝔯𝔯𝔢𝔯𝔞𝔰, 𝔡𝔦𝔣í𝔠𝔦𝔩 𝔡𝔢 𝔞𝔩𝔠𝔞𝔫𝔷𝔞𝔯, 𝔠𝔬𝔪𝔭𝔩𝔦𝔠𝔞𝔡𝔬 𝔡𝔢 𝔰𝔬𝔟𝔯𝔢𝔩𝔩𝔢𝔳𝔞𝔯, 𝔦𝔪𝔭𝔬𝔰𝔦𝔟𝔩𝔢 𝔡𝔢 𝔢𝔰𝔠𝔬𝔫𝔡𝔢𝔯. 𝔘𝔫 𝔞𝔪𝔬𝔯 𝔦𝔫𝔬𝔩𝔳𝔦𝔡𝔞𝔟𝔩𝔢, 𝔮𝔲𝔢 𝔫𝔬 𝔪𝔲𝔢...