Las hojas de cerezo se encontraban cubriendo todo el suelo de aquella plaza, no había ni una sola sobre las ramas de los árboles. Hasta ellos parecían estar tristes al no volver a ver el sol que aparecía todas las mañanas en el balcón del piso cuatro.
Él caminaba a paso lento, aún adolorido, física y mentalmente. Llevaba aquel ramo de flores al lugar que menos quería visitar, pero en el cual más tiempo pasaba.
Desde aquel fatídico día no había un día en que no llorara, más viendo el apartamento cubierto con su sonrisa deslumbrante, con sus ojos brillantes y esa energía tan característica. Donde quiera que mirara lo veía, lo sentía y hasta llegaba a escuhcarlo.
Sentía una punzada en su pecho, como si estuviera siendo apuñalado por la más filosa y gruesa estaca, como si esta le atravesara el corazón, le impedía respirar y hasta pensar. Le quitaba fuerzas, ya no tenía ganas de levantarse, no quería caminar, le pesaba hasta respirar. Él solo quería estar con su más grande amor.
Llegó a ese enorme y pesado lugar luego de una larga caminata, pasó por varias antes de llegar a la de su futuro esposo. Finalmente "Han Jisung" se dibujaba sobre aquella lápida, aún no había tenido el valor para hacerle una placa con su foto y la dedicatoria. Todavía no era capaz de aceptar que el que estaba ahí, tres metros bajo tierra, era su hermoso Jisung.
—Hola cariño— susurró Minho, sintiendo sus ojos llenarse de lágrimas una vez más.
No era capaz de decir más palabras, solo gritaba, lloraba y se lamentaba todo lo que no pudo aquel día. Sus llantos desgarradores habían alertado a los guardias del lugar más de una vez en esos dos meses.
No podía controlarse cuando sabía que ya no vería a Jisung, cuando recordaba que ya no podrían casarse, que no podrían vivir en una hermosa casa juntos, que ya no serían capaces de viajar y conocer los lugares que habían planeado. No podía aceptar que estaba solo, que desde aquel día ya no podría vivir felizmente con la persona que más amaba en el mundo.
—¡¿Por qué?! ¡¿Por qué tuvo que pasarte esto a ti?!— cuestionó el pelinaranja sin poder aceptar lo que había ocurrido—¡Íbamos a vivir felices! ¡Todavía tenemos que casarnos! ¡Dijiste que querías conocer Italia y aún no hemos ido!
Los gritos desgarradores de Minho llamaban mucho la atención, pero eso no le importaba, nada le importaba menos en ese momento. Sólo podía pensar en su pérdida, en el dolor que sentía, a tal punto de que creía morir.
Se dejó caer sobre la fría tumba y con sus lágrimas surcando cada rincón de sus mejillas comenzó a sentir los ojos pesados. No era la primera vez que se dormía ahí, le pasaba la mayoría de las veces que iba, todo lo que no podía dormir en ese frío apartamento lleno de memorias, lo dormía sobre el cuerpo de su amado.
—Señor— lo llamó una voz desconocida— Señor el cementerio está por cerrar, por favor retírese...
Y una vez más su rutina casi diaria se repetía, casi sin parar, como un bucle interminable de dolor ¿Y es que quién podría continuar con vida después de que le arrancaran el corazón?
Los meses continuaron pasando y con ellos sus sentimientos comenzaron a madurar, sintiendo que debía hacer algo al respecto, que aún estaba a tiempo de darle su merecido a aquel que le arrebató lo que más amaba.
—Sin denuncias y sin policías— aclaró Lee— Yo quiero hacerlo pagar con mis propias manos.
Yang y Hwang asintieron instantáneamente, después de todo ese era su trabajo, acatarían las órdenes de Minho hasta que cumpliera su cometido o hasta que ya no tuviera dinero para pagarles. Más desconocían todo lo que les esperaba por vivir y lo que todo eso conllevaría.
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Finalmente llegamos al final de esta triste historia🤧
Espero q les haya gustado esta precuela, recuerden q pueden leer Truevellie los q no lo hicieron para saber cómo culmina la historia de Minho con Changbin.Lxs quiero mucho y pronto nos estaremos viendo con una nueva historia🫶🏼💖
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𓏲ָ 𝔖𝔢𝔪𝔭𝔦𝔱𝔢𝔯𝔫𝔬🪷//ᵐⁱⁿˢᵘⁿᵍ
Romantik🪷ᴘʀᴇᴄᴜᴇʟᴀ ᴅᴇ ᴛʀᴜᴇᴠᴇʟʟɪᴇ 𝔘𝔫 𝔞𝔪𝔬𝔯 𝔠𝔬𝔫 𝔟𝔞𝔯𝔯𝔢𝔯𝔞𝔰, 𝔡𝔦𝔣í𝔠𝔦𝔩 𝔡𝔢 𝔞𝔩𝔠𝔞𝔫𝔷𝔞𝔯, 𝔠𝔬𝔪𝔭𝔩𝔦𝔠𝔞𝔡𝔬 𝔡𝔢 𝔰𝔬𝔟𝔯𝔢𝔩𝔩𝔢𝔳𝔞𝔯, 𝔦𝔪𝔭𝔬𝔰𝔦𝔟𝔩𝔢 𝔡𝔢 𝔢𝔰𝔠𝔬𝔫𝔡𝔢𝔯. 𝔘𝔫 𝔞𝔪𝔬𝔯 𝔦𝔫𝔬𝔩𝔳𝔦𝔡𝔞𝔟𝔩𝔢, 𝔮𝔲𝔢 𝔫𝔬 𝔪𝔲𝔢...