𝟸𝟺.•°~

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El ambiente en Japón comenzó a volverse un poco pesado, los sucesos que estaban azotando el país eran sumamente extraños y aterradores, provocando un pánico inminente en todos sus habitantes.

Se trataba de asesinatos recurrentes, que ocurrían bajo un patrón desconocido, pero con la característica de que siempre eran personas al azar, en varias ciudades de la nación, sin tener un lugar específico. Era impresionante cómo se movía la persona que ejecutaba cada uno de esos homicidios.

Jisung y Minho escuchaban las noticias bastante sorprendidos, ya que estaban acostumbrados a la tranquilidad del lugar y de repente se volvió un completo caos. Pero esos sucesos le ayudaban a creer a Minho que los asesinatos de sus padres realmente habían sido por todo el dinero que poseían y no por algo diferente.

Aunque le resultaba sumamente extraño el repentino arrebato del asesino, que aparezca de la nada y comience a matar gente solo porque sí. Sin duda debía tratarse de una persona sumamente enferma para hacer esas cosas, alguien que nació con una maldad arraigada a su sangre.

Observó como Jisung miraba con atención cada detalle que había del asesino, aunque realmente no había nada, simplemente cosas que cualquier persona podría poseer, como pelo negro y alguna que otra prenda de ropa que se mencionó en el noticiero. Pero el pelo negro podía teñirse y la ropa podía quemarse, así que no era nada de real importancia.

—¿Que te llama tanto la atención?— cuestionó el mayor al ver que Han no se daba cuenta de que esos datos no iban a servir para nada.

—Quizás puedan ser datos un poco vagos, pero pueden ser importantes— respondió sin quitar los ojos de la TV.

Minho ni siquiera hizo intento de explicarle al peliazul que eso era poco probable, porque cuando Jisung tenía una idea en la cabeza era casi imposible que se deshiciera de ella, por lo que simplemente asintió y dejó que siguiera escuchando tranquilo mientras él miraba su celular.

Han permanecía observando detalladamente las imágenes que se mostraban de algunos supuestos avistamientos de aquel homicida, intentando encontrar alguna familiaridad con él, por alguna razón que desconocía completamente. Pero lo peor es que al ver la figura de aquella persona, sentía reconocerla, sentía saber quién era, lo que le resultaba absolutamente aterrador.

—Cielo, me preguntaba qué querías hacer para nuestro aniversario este año— comentó Minho aún observando su celular— Como siempre hacemos algo especial, quería planearlo con anticipación.

—¿Qué tienes en mente?— interrogó Jisung, quitando finalmente la vista del noticiero.

—Pues había pensado en algún viaje, pero no se si quieres eso...

—Pues, ganas no me faltan, pero estamos a punto de comprar una casa más espaciosa, no creo que podamos costear ambas cosas— respondió el menor con algo de tristeza.

—Si quieres viajar ya me las arreglaré yo para que podamos pagar la casa.

Jisung sentía su corazón hacer un vuelco cuando Minho le decía ese tipo de cosas, como estaba dispuesto a hacer lo que sea con tal de que él sea feliz, ese era el mayor regalo que la vida le había dado, alguien que se preocupaba constantemente por su bienestar y felicidad.

—No digas eso, si nos vamos de viaje tendremos que trabajar el doble y tendremos que vernos menos—. Se percató Han-Y eso sería insoportable.

Minho asintió entre risas, por lo que dejó de buscar destinos y hoteles en su celular, para pasar a buscar algo que hacer en la ciudad ese importante día. No había muchas actividades, más que recorridos y paseos, aunque estaba seguro de que cualquier cosa le vendría bien a su novio. Pero él quería darle lo mejor de lo mejor, lo más hermoso que estuviera a su alcance.

—Honnie, se te va a hacer tarde, debes irte— recordó Jisung pasando por su lado, se había dado cuenta que estaba demasiado preocupado pensando en el gran día.

—Es verdad, ya me voy.

Por supuesto que antes de salir hacía el trabajo envolvió a Jisung en sus brazos para darle un fuerte abrazo y dejo un dulce beso en sus labios y otro en su frente, este último jamás faltaba. Jisung los recibía gustoso aunque un poco triste al saber que las siguientes horas estaría separado de su más grande amor.

El peliazul se quedó en el hogar algunos minutos más, para luego partir hacía su trabajo también. Debido a que ya había terminado uno de sus últimos proyectos diseñando el interior de un nuevo spa, debía conseguir algún nuevo cliente.

Esperaba poder cambiar un poco la perspectiva, llevaba mucho tiempo haciendo centros de spa, peluquerías, tiendas y salones de belleza, ya estaba un poco cansado de hacer siempre lo mismo, necesitaba algo un poco más relajado y hogareño. Grata fue su sorpresa cuando encontró el trabajo que tanto había esperado justo en su casilla de Email.

Su jefe le había enviado los últimos clientes que habían llegado y debido a que eran varios se les permitió tomar uno a los mejores empleados, y el resto serían repartidos entre el personal que quedaba. A Jisung le alegró mucho en ese momento ser uno de los mejores de la empresa.

Para su suerte el proyecto que había tomado no se trataba de una casa muy grande, seguramente se trataba de un joven soltero que no sabía cómo hacer su casa más hogareña. Sería un trabajo que no tomaría mucho tiempo, lo terminaría enseguida y con unos resultados muy bonitos, solo debía hablar con el cliente antes de comenzar.

Cuando vió llegar al dichoso joven no podía creer lo que estaba viendo. Un hombre de estatura promedio, con un cuerpo muy bien formado, sus rizos tan negros como las noches sin luna y con cicatrices al rededor de su cuello y brazos.

—¿Jisung? ¿Eres tú?

Su voz se había vuelto considerablemente más grave y era dueño de una sonrisa que jamás había visto en esos labios. Lo tenía ahí, frente a él, después de tantos años pero a su vez veía a una persona completamente diferente, un hombre que jamás imaginó ver.

—¿C-changbin?

Los ojos de su antiguo amigo se iluminaron de una forma deslumbrante, algo que no había visto jamás, un Changbin sano y sin dolor, sin ojeras, con sus ojos casi perfectamente abiertos y sin una gota de carmesí. Era un Changbin nuevo.

—Creí que nunca volvería a verte— comentó el pelinegro con una sonrisa nostálgica.

Jisung reaccionó al instante, corriendo a abrazar a la persona que más había adorado durante tantos años. Sus brazos seguían siendo igual de cálidos, tan protectores y seguros como en aquellos días. Lo único que había cambiado era su olor, una fuerte colonia exquisita.

—No te imaginas todo lo que lloré cuando desapareciste— susurró el menor, sintiendo sus ojos aguarse— ¿Donde mierda te metiste Changbin?

—Si gustas podemos ir a un café y te cuento todo lo que pasó— respondió Changbin.

Y eso fue exactamente lo que hicieron, Jisung pidió un permiso para hablar con el cliente fuera de las instalaciones, el cual le fue concebido casi al instante ya que era algo muy normal hablar en un ambiente más relajado para comodidad del usuario.

Changbin le contó cómo había sido acogido por su padre, como este lo había cuidado y le había dado todas las comodidades que jamás había tenido, y lo feliz que logró ser al final de todo. Como había terminado sus estudios y ahora poseía una gran fortuna tras el lamentable asesinato de su padre hacía poco tiempo.

Jisung jamás habría imaginado todo lo que se podía avanzar en la vida y se encontraba sumamente feliz de que su antiguo mejor amigo haya podido avanzar y dejar todo su triste y tortuoso pasado atrás, que ahora sea un hombre gentil a pesar de todo.

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Omg pero quien ha vuelto? volvimos Changbin y yo, un gran combo jajaja

Quiero decirles que no falta nada para que lleguemos al final de esta linda historia, así q espero q la estén disfrutando mucho. No olviden dejar su linda estrellita si así fue❤️‍🩹❤️‍🩹

𓏲ָ 𝔖𝔢𝔪𝔭𝔦𝔱𝔢𝔯𝔫𝔬🪷//ᵐⁱⁿˢᵘⁿᵍDonde viven las historias. Descúbrelo ahora