𝟸𝟾.•°~

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Ese día sería el inicio de una nueva etapa para él, luego de unas tantas reuniones en el café, Jisung lo había invitado a su hogar para ultimar detalles con el proyecto y para que conociera a Minho como se debía. Estaba muy interesado por eso último.

Nunca había tenido interés por la familia Lee, pero Minho era una persona que había llamado su atención desde siempre. Al fin tener la oportunidad de conocerlo era algo que lo emocionaba bastante, más con todo lo que tenía planeado.

La vida le había sonreído enormemente, había encontrado a su padre, el cual lo llevó a vivir una vida llena de lujos y mucho amor. Aunque debía admitir que el hecho de que Jisung nunca lo hubiera buscado le dolió un poco, en ese momento ya no quería pensar en eso. Al fin se encontraba junto a su mejor amigo y eso era todo lo que le importaba.

—Tienes un hogar muy bello Jisung— halagó el pelinegro al entrar.

—Muchas gracias, la he decorado junto a Minho, tiene un muy buen gusto— respondió el menor con una sonrisa.

Changbin observaba detenidamente cada rincón. El apartamento estaba lleno de hermosas fotos de la pareja, desde la más antigua hasta la más reciente, en algunas aún se encontraban en la mansión Lee y en otras se encontraban en el parque lleno de sakuras que había a un lado del edificio.

También había muchas decoraciones, de pequeños viajes que habían hecho y pinturas hechas por algún artista callejero, estaba seguro de que esas las había comprado Jisung, poseían mucha de su energía.

—Minho va a llegar en unos minutos, pero luego tiene que irse a una reunión, por lo que no podrá quedarse mucho tiempo— comentó el peliazul.

—Es una pena, pero podemos repetir la juntada cuando quieras.

Han sonrió en grande al escuchar dicha propuesta, el Changbin de antes jamás habría estado tan dispuesto a entablar una nueva relación y jamás propondría una juntada, le resultaba fascinante ver cómo había cambiado y lo bien que se veía.

Minho, por su parte, se encontraba algo nervioso. Conducía apretando el volante con fuerza, sintiendo una ansiedad bastante extraña. Su relación con Changbin era sumamente rara, eran medios hermanos pero nunca habían entablado una conversación, a pesar de haber vivido toda su infancia en la misma casa. Y además sus padres lo tiraron en un sótano helado, golpeándolo hasta dejarlo inconsciente, no era una relación sencilla.

Al llegar pudo escuchar las fuertes risas que provenían de su apartamento, lo cual le sorprendió bastante, ya que las risas no eran solo de Jisung. Se acercó a paso lento, como queriendo que el tiempo se pasara volando mientras él llegaba a la puerta, hasta que finalmente se encontró frente a ella y, tras un suspiro, entró.

—¡Honnie!— saludó entusiasmado el peliazul, aventándose a los brazos de su novio.

Minho lo recibió encantado, hasta que sintió una potente mirada sobre su cuerpo. Al observar, vió a un atractivo hombre, tal y como Han lo había describido, Changbin estaba irreconocible, él no habría sido capaz de conocerlo si se lo cruzaba en la calle.

—Finalmente podemos conocernos Minho— saludó Seo, estrechándole la mano al mayor.

—Es un gusto Changbin, Jisung me ha hablado mucho de ti— respondió con una sonrisa.

—Y a mí de ti, en las pocas semanas que hemos estado juntos no hay un día que no me diga lo mucho que te ama— mencionó entre risas.

Para sorpresa de Lee, la charla con el pelinegro fue bastante agradable, no tenía esa mirada vacía que le incomodaba tanto en su infancia, la seriedad ya no formaba parte de su rostro y era bastante carismático y entretenido. Hablaban de todo lo que habían hecho los últimos años y como habían logrado prosperar en sus vidas, con y sin ayuda.

𓏲ָ 𝔖𝔢𝔪𝔭𝔦𝔱𝔢𝔯𝔫𝔬🪷//ᵐⁱⁿˢᵘⁿᵍDonde viven las historias. Descúbrelo ahora