Tiempo libre

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La peliazul volvió a revisar toda la página de arriba a abajo, y al reafirmar que todos los números marcaban el 100%, sonrió con alegría mientras apagaba su laptop para seguido cerrarla y guardarla en uno de los estantes de su cuarto, prácticamente escondiendola detrás de varias cosas 

--¡No te quiero ver hasta el mes que viene!--exclamó con dramatismo hacia el estante, como cualquier loca que creía que el aparato electrónico iba a responder 

Se abalanzó sobre su cama para buscar sus auriculares, rápidamente los conecto a su teléfono y puso su canción favorita para calmar el estres que le habían provocado tantas tareas. Se enfocó en la hora que marcaba su teléfono, dándose cuenta que no pasaban de las cuatro de la tarde, lo que hizo que sonriera al una idea presentarse en su cabeza

Tomó su mochila y guardó su teléfono, sus auriculares y su cartera, al estar segura que no se le quedaba nada agarró su casco verde y salió de su cuarto. Caminó rápidamente hacia la habitación de sus padres, encontrandose a su progenitor recostado boca abajo en la cama, en pijama, la muchacha sonrió con diversión al ver a su papá de esa manera

--¿Terminaste tu escrito?--preguntó sabiendo que el hombre estaba despierto, pero que no estaba muy lejos de caer rendido

--Correcto--respondió el señor Jones en un murmuro adormilado, logrando que su hija soltará una risa antes de volver a hablar

--Voy a la casa de Huevo--

--Mándale mis saludos, pásala bien--

--Nos vemos pa--se despidió con una sonrisa antes de cerrar la puerta para que su padre pudiera dormir

Bajó las escaleras con rapidez y se detuvó en la entrada de la cocina, donde su madre preparaba una taza de cafe

--Voy a visitar a Huevo--avisó la menor mientras buscaba sus llaves que colgaban junto a la nevera

La mujer le miró mientras vertiá su bebida en una taza--Avisa cuando llegues allá, y no regreses muy tarde--

--Lo se ma--respondió antes de darle un abrazo a la mayor, quien no pudo corresponder el gesto debido a que tenía las manos ocupadas, así que solo sonrió hacia su hija

Coraline salió del apartamento mientras se colocaba su casco, no tardó demasiado en buscar su bicicleta y emprender rápidamente su camino. Al pasar unos quince minutos ante sus ojos empezaron a presentarse las agrupaciones de casas, se detuvo frente a una de color marrón, se quitó su casco y caminó hacia la puerta llevando su bicicleta. Una vez estuvo de pie frente a la puerta blanca, dio un par de golpes y tocó el timbre, unos dos minutos despues la puerta fue abierta por el padre de su amigo

--Hola señor Trubon--la chica sonrió hacia el mayor, quien la envolvió rápidamente en un abrazo

--Que bueno verte Caroline--el hombre la recibió con una amigable sonrisa

El mayor era algo olvidadizo, aveces no podía evitar olvidar ciertos nombres, pero ella no tenía corazón para corregirlo, tampoco le molestaba sabiendo lo gentil que era el señor Trubon

--¿Vienes por Huevo?--el hombre la dejó pasar luego de guardar su bicicleta en el garaje

--Sip, ¿está ocupado?--

El mayor se encogió de hombros--Luego de desayunar se encerró en su cuarto para terminar lo que tenía pendiente, apenas y salió para almorzar...--lo vio suspirar--...la universidad no era tan atareada cuando yo estudiaba...o eso creo--dijo con una expresión pensativa

Coraline rió al ver su expresión de concentración--¿Puedo verlo igual?--

El hombre volvió a mirarla con una amable expresión--Claro que puedes, estás en tu casa--

No tardó ni tres minutos en dar con la puerta de la habitación, la cual destacaba entre todas las de la casa al estar tapizada con emblemas de distintas cajas. Giró la perilla y entró a la habitación, encontrándose con su amigo sentado en la cama, con una laptop sobre sus piernas y la música de su tocadiscos a todo volumen

Antes de poder acercarse, la mascota de Huevo se aproximó a ella, y la chica felizmente le acaració la cabeza del conejo

--¡Al fin!--oyó la voz del castaño sobre la música, lo vio apagar su computadora y voltearse sobre la cama, sobresaltandose en su sitio al verla--¿Y tu cuando entraste?--pidió saber luego de calmar su pequeño susto

La ojimiel rió ante su reacción--Hace dos minutos--respondió levantando a Carrot para luego caminar hacia el chico, quien ya se había levantado de su cama--¿Ya terminaste todo?--

Él suspiró con evidente alivio, sonriendo en grande--Sip, ¿y tu?--

--Por algo estoy aquí--respondió con obviedad, antes de sonreir con emoción--¿Buscamos a los demás y luego al arcade?--el castaño imitó su expresión

--Eso no se pregunta--

El chico apagó su tocadiscos, agarró su teléfono y algo de dinero antes de salir de su habitación junto con su amiga. Ambos pasaron por la sala camino al garaje para buscar sus bicicletas, encontrandose con el señor Trubon trabajando en un plano

--Vamos al arcade, vuelvo más tarde papá--el Trubon menor se acercó al hombre para despedirse con un abrazo, que su progenitor correspondió de inmediato

--Yo se lo cuido señor Trubon--la peliazul se despidió con la mano luego de que el castaño se separara de su padre, logrando que el hombre riera con diversión

Despues de tomar sus bicicletas empezaron a andar a la casa de su amigo más cercano, que en este caso era Kubo

--Cuando lleguemos, ¿tocamos la puerta o le tiramos piedras a la ventana?--preguntó la muchacha mientras pedaleaban

El ojiverde rió antes de responder--Lo que se nos ocurra primero al llegar--

Si tenían suerte, y todos sus amigos ya se habían desocupado de sus tareas, podrían pasar una tarde divertida





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Representación de lo quiero hacer ahora que salí de las tareas

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