Fairytale

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Los cuentos de hadas le fascinaban, los clásicos y los que su padre se inventaba cuando era niño, incluso de grande le era grato escuchar historias fantasiosas. Todo lo que incluyera dragones, hadas, trolls, lo que sea, lo adoraba

Pero siempre los conoció como lo que son, cuantos, incluso él siendo alguien tan imaginativo e hasta cierto punto iluso, jamás se dejó llevar mucho por las historias. Sí, antes jugaba a ser un troll y asustaba a sus vecinos, pero era un niño; hoy en día todo eso le parecían recuerdos divertidos y esas historias una agradable distracción de la realidad

Por eso, en su vida creyó que esto fuera a pasarle. ¿Qué probabilidades hay de que después de entrar al bosque (y haberse perdido) se encontrará con un hada?

Y que de paso, esa hada le estuviera amenazando con convertirlo en un sapo

––¡¿Qué haces aquí?!––le preguntó el ser mítico con una expresión de enojo, y hasta cierto punto atemorizante

Huevo estaba en shock, asustado y acorrolado con la espalda contra un árbol. Veía con los ojos bien abiertos a la fémina, era más baja que él, tenía cabello rojizo atado en dos coletas y flores enredadas en los rizos pero eso no era lo más resaltante en su cabeza, entre el rojo de su cabello se dejaban ver unos cuernos blancos, similares a los de un ternero, sus ojos azules eran brillantes, y desde su espalda se extendían unas alas grandes, con una forma parecida a las de las mariposas, pero las de ella se veían más fuertes, eran rosas con líneas y puntos dorados

Mentiría se dijera que no era bella

Pero eso no era lo importante en ese momento

––¿Y bien?––mascullo apretando los dientes, en su expresión el ojiverde pudo distinguir unos colmillos prominentes, alertandolo

Sacudió la cabeza para espabilarse y poder defenderse

––Solo me perdí, no me di cuenta cuando entré a esta parte hasta que apareciste tú––hablo de forma pausada y calmada, queriendo hacerle entender al hada que no era una amenaza para nadie

La de cuernos alzó una ceja, buscando señales de que fuera un embustero, incluso usando algo de magia para leerlo, pero no encontró nada. Decía la verdad

Cambio su postura defensiva, doblando sus alas y dejando de mostrarle los dientes, le miró cruzada de brazos y con una expresión aburrida

––¿Cómo te llamas?––preguntó de forma tajante

El chico pestañeo con desconcierto, hace un segundo parecía que le morderia el cuello, y ahora parecía totalmente desinteresada en su existencia––Huevo Trubon––

La chica frunció el ceño, analizando lo que debía hacer con la información que tenía

––¿De que pueblo vienes?––

––De Quesadilla––

La pelirroja asintió––No te alejaste demasiado, sígueme, te mostraré como volver––

La alada pasó a un lado de él, y al no sentir su presencia luego de dar un par de pasos lo volteó a ver con tranquilidad, encontrandose con su mirada aún confundida fija en ella

––Relájate, no te haré daño, pero no puedes quedarte aquí––hablo con un tono amigable, algo que pareció calmarlo

El muchacho no tardo en pararse a su lado y ambos empezaron a caminar

––¿Qué hacías en el bosque en primer lugar?––pidió saber la pelirroja curiosa

No todos los días encontraba humanos deambulando por el bosque, mucho menos tan cerca de la entrada a su pueblo

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