Musa azul

58 4 0
                                    

El tono azulado
Lo veo en todos lados

En el cielo sobre mi cabeza
En el agua que se extiende frente a mi
En la mirada que contemplo todos los días en el espejo

Pero ninguno de esos tonos me llaman, ni me atrapaban

Tus hilos azulados son los únicos que me atrapan
Su tonalidad me cautiva e hipnotiza
Y para cuando me doy cuenta ya me tienes enredado
Es un truco, un hechizo contra el cual no albergo poder alguno

Pero es solo la primera fase del encanto
El azul me abraza, me adormece en su ternura y seguridad
Pero es solo el señuelo

Luego llega el ardor
El ámbar resplandeciente y salvaje atraviesa mi mente y mi corazón
Me deja más vulnerable que antes

¿Más que antes...?
No

Siempre soy vulnerable ante ti
Caigo en tus hilos azules y tu mirada de miel me endulza el alma y quema mis sentidos

Y al final, solo queda un tonto que desea volver a ser atrapado por tu red

Norman levantó el lápiz de la hoja y leyó lo escrito, sintiendo sus mejillas enrojecer rápidamente. Ni siquiera se había dado cuenta de cuando había empezado a escribir, mucho menos de las palabras que redactó

––¿Qué escribes?––Kubo preguntó a su lado

Rápidamente escondió el cuaderno bajo sus brazos, usándolos como almohada para su barbilla

––Nada––respondió sin mirarle, sabía que si lo hacía le terminaría sacando la verdad. Era malo para disimular y muy malo para mentir

Para su suerte, el de parche pareció no tomarle mucha importancia a su comportamiento, simplemente se encogió de hombros y volvió su vista a la clase de historia, permitiendole al ojiazul volver a respirar tranquilo

Inconscientemente sus ojos empezaron a buscar los hilos azules descritos en su escritura. Encontrandola unos pupitres más atrás, escondida de la vista del maestro, estaba dormida sobre el libro

Esbozó una sonrisa leve, reprimiendo la risa que le provocaba verla así. Sabía que historia no era su materia favorita

Miró por un segundo la hoja sobre la que había escrito, y luego volvió a ver a Coraline, sintiendo su rostro enrojecer nuevamente y su pecho llenarse con una sensación calida

Volvió su atención al cuaderno, escribiendo en la parte de arriba el título de aquel mal escrito poema que guardaría con cuidado apenas llegará a casa

"Mi musa azul"

Laika kids stories Donde viven las historias. Descúbrelo ahora