Laika kids stories

Juegos

--Winnie...--el castaño caminó tras la más baja, quien no volteó a verlo y siguió enfocada en sus manuscritos, esbozo un puchero--Winnieeee...--alargó la última letra con un tono infantil, acelerando el paso para posarse frente a su novia

La pelirroja rodó los ojos y miró al contrario con una expresión aburrida--¿Mhm?--

Huevo sonrío al finalmente captar su atención--Juguemos a las escondidas--se mordió el labio inferior, resaltando el destello infantil en sus ojos

A pesar de tener diecisiete años, ese brillo no se apagaba

Winnie se permitió sonreír tiernamente al ver la expresión del más alto--Huevo, tengo que terminar esto--dijo mostrandole los papeles en sus manos

En un parpadeó el ojiverde le arrebató los papeles y los alzó sobre su cabeza, lejos del alcance de la chica

--¿Qué-? ¡Huevo dámelos!--exclamó poniéndose de puntas y estirando su brazo derecho hacia arriba

Aunque habían veces que en las que adoraba la diferencia de altura entre los dos, habían muchas otras veces en las que la maldecía con el alma. Esta era una de ellas

El muchacho soltó una carcajada cargada de diversión y ternura, provocando un acentuado sonrojo en su novia, quien no sabía si era debido al enojo o a la vergonzosa situación

--Te los devolveré después de jugar--dijo con la misma expresión divertida, sin bajar el brazo que sostenía los papeles

--Serás...--sus cejas casi se hunden sobre sus ojos, pero las palabras del chico solo hicieron que estas se alzaran en confusión

--Uno--tenía una media sonrisa, la de un niño travieso

--Huevo--quiso usar el mismo tono con el que solía amenazar, pero el aludido ni se inmutó

--Dos--su tono fue cantarin, fingiendo inocencia

--¡Deja el chiste o te juro que-!--

--Tres...--se inclinó para quedar a la altura de su rostro, apresando sus mejillas con la mano libre de los manuscritos, haciendo que sus labios formarán una boca de pez

No sabía que la expresión confusa de Winnie podía ser tan linda

--¿En serio quieres averiguar lo que haré al llegar a diez?--susurró la pregunta con tono juguetón

El ardor se hizo más intenso en su rostro. Al verse sin alternativa, Winnie se liberó del agarre del más alto a la par que este pronunciaba el número cuatro, y salió corriendo por el pasillo mientras contaba el cinco

Huevo se quedó parado en su sitio, contando mentalmente los números restantes mientras dejaba los escritos de la chica en un estante cercano

--¡DIEZ!--gritó con la intención de que lo escuchará, sonriendo en grande--¡LISTA O NO AHI VOY MI AMOR!--

Salió corriendo en la misma dirección que su novia, riendo a todo pulmón. Winnie se alertó al escucharlo, así que corrió más rápido, sabiendo que si no se escondía pronto él la alcanzaría

Tras unos segundos de recorrido, se escondió en uno de los armarios donde se guardaban decoraciones para eventos. Se recostó en la puerta cerrada intentando calmar su respiración, siendo entonces consciente de la gran sonrisa en su rostro, las cosquillas en su estomago, y su corazón latiendo rápido más allá del cansancio por haber huido

--Me enamoré de un loco ¿verdad?--murmuró para sí misma, sonriendo con dulzura

Se alejó rápidamente de la puerta al oír resonar rápidas pisadas afuera, buscando esconderse en una de las esquinas del espacio mediano

Creyó estar a salvo al no distinguir más ruidos, pero no mucho después se dio cuenta de su equivocación. La luz del pasillo le dio directamente en el rostro al abrirse la puerta

--Te encontré--sonrío burlon, cerrando la puerta tras de sí

--Ay...--la muchacha sonrío nerviosa por su destino

Entre risas el más alto se aproximó hacia la chica con rapidez, quien soltó un pequeño gritó al intentar alejarse. Huevo la abrazó fuertemente por la cintura y la acorralo, dejándola indefensa ante su ataque de cosquillas

--¡DEJAME BRUTO!--exclamó entre risas la víctima, mientras el victimario sólo podía reír con "maldad"

Un tanto desesperada por zafarse, y al estar aferrada al muchacho, la pelirroja solo atinó a devolverle el ataque a su manera

Mordiendo su cuello, no con suficiente fuerza como para dejarle marca, pero si para hacer que el chico se congelará en su sitio por la sorpresa, dejando a la muchacha recuperar el aliento. Aún cuando no lo había mordido fuerte, el chico sintió las cosquillas subir y bajar por cada centímetro de su piel

--Te lo ganaste--se defendió rápidamente la ojiazul, viéndolo con una sonrisa burlona

Con las mejillas rojizas, solo pudo sonreirle con cierta timidez--¿Te lo puedo devolver?--pidió con ternura

Entre la oscuridad de aquel armario, aún era capaz de distinguir el pigmento en las mejillas de ella. No emitió palabra, solo hizo la cabeza a un lado, dejando descubierto el lado derecho de su cuello

Él soltó una risa baja ante esa respuesta muda. Se inclinó levemente y depósito un beso efímero en su piel. La chica sintió más de una corriente eléctrica fluir por sus nervios ante el roce, y antes de poder recomponerse, la familiar sensación de los labios ajenos le nubló los sentidos

El chico acuno su rostro con delicadeza, ella acarició sus revoltosos cabellos con parsimonia, mientras sus labios apenas y se movían, solo gozando de la suave sensación

Se separaron lentamente, sin abrir los ojos, quedando aún sus rostros muy cerca. El castaño froto su nariz con la ajena de forma efusiva, provocando en la contraria una risita enternecida, provocando su propia sonrisa mientras se alejaba para ver su rostro

Winnie acarició sus mejillas lentamente, viéndole con diversion y amor--¿Por qué este juego tan repentino?--

El muchacho se encogió de hombros, sin apartar la mirada de sus ojos celestes, demasiado embelesado como para intentar mirar a otra parte--Solo quería divertirme contigo--

Ella rió mientras negaba con la cabeza--Sip, me enamoré de un loco--

--Ni que tú fueras muy cuerda--volvió a inclinarse hacia su rostro para besar su frente

--Nunca dije que lo estuviera--aclaró en medio de otra risa

El ojiverde sonrío de lado, con dulzura en las pupilas, acunó su regordeta mejilla con ternura

--Entonces los dos estamos locos y enamorados--afirmó antes de volver a besarla, sintiendo como ella lo abrazaba por el cuello