Laika kids stories

Tiempo

Kubo recostó su cabeza en el metal helado del ascensor, exhalando del alivio que sentía al llegar al edificio. Las puertas del ascensor se abrieron en el piso tres y caminó por el pasillo rascándose el cuello. Dio con la puerta 3-C y sacó sus llaves, y sin complicaciones abrió y entró al apartamento

––Hola––le dijo Norman desde la mesa de la sala, sin dejar de escribir en su computadora ni alzar la vista de la pantalla

––Hola––respondió tras colgar las llaves

Sus pies se arrastraron desganados por el piso de madera hasta dar con el sofá, dejo la bolsa del supermercado en la mesita que había al lado, y se dejó caer sin cuidado sobre los cojines

––¿Cómo estuvo hoy?––Norman le vio por el rabillo del ojo al estirarse y tomar su taza de café

El pelinegro se acomodó para acostarse boca arriba y dejar su cabeza sobre un cojín pequeño, soltó un suspiro placentero al sentirse tan cómodo

––Estuvieron inquietos, una niña mordió a otra, y hubo uno que se quedó dormido aunque todos gritaban al rededor...––se rió entre dientes––...suertudos los niños que duermen donde sea––

Norman también soltó una risita por el comentario––Tienes razón––

––¿Y Huevo?––

––Llegó y se metió a bañar, debe salir en cualquier momento––

––¿Y tú que haces?––

––Terminando una reseña para la clase––

––Bueno––

––Cor vendrá en un rato, dijo que invitaba el almuerzo––

––¡SI! ¡No quería cocinar!––exclamó más recargado el de parche mientras se sentaba, a la par que el ojiazul reía por su entusiasmo

Cayeron en un silencio de pocos minutos, Kubo escuchando música y Norman concentrado en el documento de la computadora, cuando el rechinar de una puerta se oyó y unos pasos se aproximaron a la sala donde el par se encontraba

––Hola Kubo––Huevo, en pijama, con el cabello húmedo y despeinado, y una toalla en el cuello, se acercó para dar un corto abrazo que su amigo correspondió quitándose un audífono––¿Cómo te fue en la guardería?––pregunto sentándose a su lado, terminando de secar su cabello

––Solo diré que hoy tuve muchas ganas de ponerles cinta en la boca y amarrarlos a las sillas––le respondió risueño el japonés, causando risas en sus amigos

No podía negarlo, era agotador trabajar con esos niños, pero el dia en que le deje de gustar, dejaría que Coraline le pegara el zape más fuerte del mundo para que reaccionará

––¿Qué tal la universidad?––la pregunta del pelinegro fue dirigida a Huevo

––Pues sencilla, solo me dieron la lista de las clases del semestre, ya sabes la introducción, como serían las prácticas y eso, el profesor es buena honda––el ojiverde se veía animado al hablar de como le fue en la mañana

––Yyyyy...¡TERMINÉ!––Norman alzó la voz sorprendiendo al par del sofá

El ojiazul le dio al botón de guardado al menos unas tres veces antes de apagar la computadora y cerrarla. Se levantó de la silla, camino hacia el sofá y se desplomó sobre sus amigos, quienes se rieron y quejaron al mismo tiempo al sentirlo caer

––¡Bájate zombie greñudo!––exclamó Kubo entre risas, como si no tuviera a sus dos amigos aplastandolo

––¡Olvídalo chino! ¡Este es mi descanso y ustedes son mi colchón!––Norman le respondió con diversion

––¡Bájate tarado! ¡Tú no eres el que se siente como una sardina!––Huevo se quejo entre apretones, empujones y risas ahogadas

Su disputa infantil continuó entre gritos, risas e insultos vacíos, cuando el pitido del timbre invadió cada lugar del apartamento

Los tres se quedaron helados, inmóviles y en silencio

Unos golpes se oyeron esta vez

––¡¿HAY ALGUIEN EN CASA?! ¡¿NO?! ¡PUES MÁS COMIDA PARA MI!––exclamó una voz conocida desde afuera

––¡NO! ¡COMIDA!––Huevo se levantó apurado, tirando a Norman al piso en el proceso, y corrió hacia la puerta para abrirle a su amiga, quien casi tira las bolsas que cargaba por el susto––Hola Cor––la saludo como si no acabará de gritar y correr como un lunático, causando una risa en la susodicha

––Hola poste––le dijo mientras entraba al apartamento, Huevo cerró la puerta con seguro después de que entró

––Te ayudo––Norman se acercó y beso la mejilla de su novia, antes de quitarle algunas bolsas de las manos y llevarlas a la cocina

––¿Con que platillos nos degustara la chef esta tarde?––le bromeó Kubo a la muchacha mientras la abrazaba por los hombros

––Huevo, redoble––dijo la ojimiel dejando las bolsas en la isla de la cocina

El más alto obedeció sin preguntas, y golpeó con sus dedos la encimera

––Eeeeeees...––saco el contenido de la bolsa con rapidez––...¡Lo mejor en comida chatarra!––dijo revelando mucho pollo, papas fritas, salsas, hamburguesas y bebidas

No era muy frecuente que comieran comida rápida, solo cuando había demasiada flojera para prepararse la comida, y como su amiga quiso darles un detalle de buena gana, ¿quien era el trío para rechazar tal oferta?

Ni se molestaron en sacar platos, solo sacaron los vasos para llenarlos de refresco y comieron todo directamente de las cajas

––¿Cómo te fue en la mañana?––preguntó Norman a la muchacha mientras tomaba su hamburguesa

La peliazul dio un trago de refresco antes de responder––Bien, la tarea me salió bien y solo anote lo nuevo de hoy, ¿por aquí paso algo interesante?––

––No mucho––

––Meh––

––Casi me dejan sordo, pero eso ya no es nuevo––

––¿Dónde está Neil?––preguntó la chica nuevamente

––En el cumpleaños de su abuela, dijo que no volvería hasta mañana en la tarde––respondió Kubo, la peliazul siguió comiendo conforme con la respuesta

Pasaron el almuerzo los cuatro juntos, hablando de lo que habían hecho los últimos días, sus estudios y sus trabajos, y de las distintas anécdotas que entendían entre todos, de los recuerdos que más disfrutaban de la escuela, sus aventuras y tonterías

Habían crecido, cambiado. Ya no eran el cuarteto que se metía en líos cada dos por tres

Coraline ya no era esa niña que se metía en peleas en la escuela

Huevo ya no era el chico distraído al que aprovechaban a hacer mofa por su despiste

Norman ya no era el niño retraído que se juzgaba más de lo que debía

Kubo ya no era el chico nuevo, forastero o tuerto del lugar

Habían madurado y mejorado, pero en el fondo, en ese ambiente familiar y de confianza, siempre serían unos niños la cual su única preocupación era buscar una forma de divertirse juntos