Pesadillas y Guardianes

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Estas maldito

--Cállate--su voz sonó trémula mientras se abrazaba a sí mismo con más fuerza

Tienes la sangre de un monstruo, adivina en que te convierte

Sabía que estaba ahí, que no era una voz en su cabeza, así que solo hundió más su cabeza entre sus piernas

Me pregunto...¿cuanto tardarás en colapsar?

Las lágrimas se acumularon en su ojo mientras se mordía el labio, reprimiendo su impulso de gritar y encarar a ese demonio

¿Cuánto tardarás en matar a tus amigos?

--¡BASTA!--tapó sus oídos mientras sentía su risa siniestra rebotar en los espejos hasta caer en él, haciéndolo estremecer de miedo e impotencia

--Por favor, vete, déjame en paz--sus sollozos y lágrimas salieron sin que pudiera evitarlo

Mírame...¡mírame Kubo!

El grito se escuchó a su lado, haciéndolo saltar de su lugar y finalmente ver los espejos que le rodeaban

El reflejo en el espejo sonrío burlón y malicioso, Kubo palidecio cuando el ojo blanco se enfoco en él

Bien...

--¡Sal de mi cabeza!--quiso darle la espalda solo para verlo nuevamente en el espejo frente a él

Retrocedio alejándose de los muros reflectores quedando en el medio del cuarto, no importaba a donde viera, el maldito reflejo estaba ahí

¡Déjame salir Kubo!, ¡déjame salir!

El monstruo en el espejo empezó a golpear el vidrio con fuerza, sus gritos y los golpes retumban dentro de él haciendo que nuevamente se cubriera los oídos y se encongiera, cerrando su ojo con la esperanza de despertar de esta pesadilla

En algún momento del martirio, los gritos y golpes se oían lejanos, y una calidez lo abrazo alejando el tormento que lo envolvía anteriormente

¡Kubo! ¡Despierta!

Unas voces familiares llegaron a sus oídos, haciendo que lentamente abriera su párpado

Su vista tardo unos segundos hasta enfocarse en el hombrecillo amarillo que le miraba preocupado

--¿Sandman?--preguntó en un murmuró poco audible

--Kubo--volteó hacia la voz familiar encontrandose con dos pares de ojos mirándolo con alivio y preocupación

--¿Huevo? ¿Cor?--se sentó con esfuerzo, el castaño asintió mientras unas pocas lágrimas descendian por sus mejillas sucias, mientras la ojimiel se lanzaba a abrazar al pelinegro dejando que sus lágrimas mojaran su camisa. Huevo también se unió al abrazo, Kubo  correspondió con un poco de lentitud debido al cansancio que sentía

––¡No vuelvas a hacer eso!––exclamó de forma temblorosa la peliazul

--Me alegra que estes bien amigo--la voz del ojiverde no sonaba mucho mejor que la de Coraline

--¿Qué me pasó?--les preguntó cuándo se separaron

--Pitch te hizo algo...––otra voz respondió detrás del trío, Kubo volteó la cabeza viendo a los dos guardianes––...estabas atrapado en una pesadilla, te encontramos y Meme te liberó––le explico Hiccup de forma calmada

Kubo miró al guardián de los sueños--Muchas gracias--el hombrecillo asintió con una leve sonrisa

––¿Estás herido?––preguntó Rapunzel acercándose al japonés

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