Scary stories to tell in the dark

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––¡Norman! ¡Contesta Maldición!––

Estiró su brazo para alcanzar el radio sin dejar de revolver el estofado con la mano derecha

––¿Qué pasa Cor?––preguntó con voz aburrida

––¡Hasta que al fin imbécil! ¡Escucha bien! ¡el libro es real! ¡no comas nada!––

Con el ceño fruncido se acercó a una de las ventanas para ver al exterior, creyendo que sus amigos lo veían desde afuera, solo para encontrarse la calle parcialmente oscura y los carros estacionados frente a la casa de los vecinos

––Cor, esta broma no es divertida, ¿fue idea de Huevo?––habló volviendo a la cocina para apagar la candela

––¡Amigo no es ninguna broma!––escuchó la voz de ese chico, Kubo, logrando desconcertarlo, ¿Qué hacía él con Cor?––¡La historia se está escribiendo sola! ¡No sé cómo ni por qué pero esta pasando!––

––¡Norman te juro que es real! ¡hazme caso!––volvió a oír la voz de su amiga––¡Dice que escucharas una voz!––

Un poco harto de todo eso, dejó el radio a un lado para tomar la cuchara y darle una probada al estofado, segundos después de poner el alimento en su boca, sintió algo extrañamente grande, llevó sus manos hacia su boca para sacar lo que sea que sintió, solo para soltarlo con espanto a la par que empujaba el estofado de la encimera, dejándolo ver que en este había un ojo humano junto al dedo gordo que se habia sacado de la boca

––¡Norman! ¡contesta!––

Temblando, tomó el radio mientras se sentaba en el suelo, en un rincón de la cocina, lo más lejos que pudo de la comida derramada en el suelo

––Había un dedo, un puto dedo humano––dijo con voz temblorosa

––¡Te dije que no comieras nada!––

––¿Qué más dice el libro?––preguntó asustado, ignorando el regaño de su mejor amiga

Por unos segundos solo escuchó la estática hasta que tuvo respuesta––Dice "Norman se escondió asustado mientras pensaba 'no sabe donde estoy, no me encontrará'––

––¿Cómo carajos el libro sabe eso?––murmuró frunciendo el ceño con miedo y frustración

––"Norman tembló al oír la voz de la mujer, preguntando..."––de pronto la voz de Coraline paso a segundo plano

¿Quién...

...tomó...

...mi...

––...dedo?––escuchó a Coraline una vez más

El miedo se apoderó de su cuerpo, atinando solo a levantarse torpemente para salir corriendo, soltando la radio cuando tropezó con la olla en el suelo. No volvió por el. Corrió escaleras arriba y trató de abrir la habitación de sus padres, la cual tenía seguro por alguna razón, la luz del pasillo se apago haciendo que saliera corriendo a su habitación y cerrara la puerta rápidamente al entrar

Con la respiración pesada, apoyó su oído en la puerta. Escuchó pasos un poco a lo lejos, lo suficientemente fuertes para hacerse notar

¿Quién...tomó...mi...dedo?

Se alejó de la puerta con cada palabra dicha por el monstruo, desesperado, se acercó a la ventana, forcejeando en vano ya que estaba trabada. Al oír los pasos cada vez más proximos, solo se le ocurrió meterse bajo la cama, dejando su vista fija en la puerta, notando con terror la perilla moverse lentamente

Escuchando las bisagras rechinar, se arrastro hacia atrás, cerrando los ojos y empezando a contener la respiración, deseando que la oscuridad se lo tragara para no ser encontrado

Pasaron dos o tal vez cinco minutos en los que no escuchó nada, con temor abrió los ojos para ver al rededor, sin encontrar rastros de alguien más. Con lentitud y cautela salió bajo la cama y hecho un vistazo arriba, encontrandose su cama tendida

Quiso suspirar de alivio, pero solo gritó cuando sintió sus tobillos ser tomados llevándolo de nuevo bajo la cama, alzó el rostro para ver a su captora, encontrandose con un rostro con piel podrida y una cuencas carentes de ojos, lo único normal en el monstruo eran sus dientes sucios, los cuales pudo ver con claridad cuando ella le gritó

Lo arrastro con fuerza mientras el ojiazul seguía gritando, intentando sujetarse al suelo solo logrando rayarlo con sus uñas. Norman siguió gritando de miedo, sin nadie que lo oyera, nadie iba a salvarlo

Sus gritos cesaron cuando sus ojos solo distinguieron la oscuridad, la oscuridad lo había tragado, el monstruo bajo lo cama se lo había llevado

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