A pirate's life (3)

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Habían transcurrido tres meses desde que la tripulación del Escarabajo Rojo había llegado al puerto mercante de Quesadilla, tres meses bastantes fructíferos para los piratas. Los negocios se realizaban sin mayor inconveniente, las posesiones y bienes que habían adquirido los vendían por una buena cantidad, y no habían tenido ningún encuentro peligroso o desagradable con los de la marina

Norman mordía el extremo del lápiz mientras hacía un recuento de las ganancias. Se encontraba en el camarote del capitán, mientras este contaba las monedas de oro y plata sobre la mesa, acomodando las cantidades en bolsas de tela

––Nos ha ido muy bien, creo que en menos de tres semanas podremos venderlo todo––declaró el castaño dejando los pergaminos en la mesa

Kubo sonrió mientras guardaba las últimas cinco monedas de oro en la última bolsa. Eran veinticinco piezas de plata y veinticinco de oro en cada bolsa, una para cada uno de sus subordinados. No pensó que podría pagarles tan pronto, pero los negocios habían fluido de maravilla

––Aquí tienes tu parte, Babcock...––le tendió su bolsa al castaño, este la tomó y la ató en su cinturón––...Comprale algo bonito a Coraline––soltó con tono burlón a su contramaestre, con toda la intención de avergonzarlo

Un tono rojizo pigmento las mejillas del tripulante, resopló y le hizo un gesto grosero al pelinegro, como para decirle que ese no era su asunto. El capitán sólo rió y tomó el resto de las bolsas para levantarse de su lugar

––Vamos tortolito, tu le darás su parte a tu enamorada––le lanzó la bolsa de tela antes de darle la espalda

––¡Carajo! ¡¿Cuando dejaras de fastidiar con eso?!––le reclamó siguiéndolo. Al sentirlo cerca Kubo echó a correr, aun riendo con burla

––¡Cuando deje de ser divertido para mi!––le respondió antes de salir y pisar la cubierta––¡VENGAN ACÁ MUCHACHOS!––exclamó, sintiendo como Norman llegaba detrás de él

La tripulación dejó rápidamente lo que hacía y obedeció al llamado del capitán, en menos de tres minutos todos los subordinados estaban frente a Kubo y Norman

––Ha sido un año bastante productivo en la mar y en los negocios, todos han probado porque son piratas de esta embarcación...––tomó aire tras soltar esas palabras y soltó una sonrisa destellante––...así que les daré lo que se ganaron, Cor, tu vas primero––

Dio unos empujones al ojiazul a su lado para que quedará frente a la pirata de cabellera azul, que les veía con una ceja alzada y un atisbo de sonrisa. Norman le extendió la bolsa mientras veía al de parche con mala cara, Coraline rodó los ojos, tomó la bolsa que le era extendida y beso la mejilla de su pareja, que quedó helado en su sitio mientras sus amigos se reían sin mucha discreción

El resto de la tripulación recibió su parte por mano del capitán. El resto del día fue terminar negocios y asuntos en el barco. Al caer la noche volvieron a andar entre las calles del pueblo hacia la taberna del Otro mundo. Al entrar no se encontraron con nada fuera de lo usual, hombres borrachos y gritones,  música risueña y alegre de los músicos, y sus amigas repartiendo los pedidos entre las mesas

––¿Les ayudamos?––Wybie le preguntó a Winnie, quien pasaba frente a ellos con dos bandejas llenas de tarros de cerveza

Pero antes de que la de coletas pudiera responder, Huevo le quitó una de las bandejas de la mano y con una sonrisa le preguntó donde debía dejarla. La pelirroja le señaló una de las mesas y el pirata fue a dejar las bebidas. Todo frente a ojos de los piratas, que veían todo sin ninguna sorpresa. En tres meses Huevo había estado ayudando en la taberna, y por lo tanto, entablado una amena amistad con las camareras, sobre todo con la muchacha de coletas

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