Quizás la mejor idea de Arizona había sido ese ultimátum. Porque dos semanas después Bella parece algo más alegre, al menos más activa.
-¿Y qué hacéis tanto tiempo en la reserva vosotros dos? –pregunta curiosa una tarde en la que Bella y Jacob están haciendo los deberes en el salón de casa.
Jake es un chico un poco menor que Bella, de piel tostada y sonrisa fácil que le cae bien a Ari de forma automática. Su prima parece mucho más relajada con él alrededor, como si el chico desprendiera luz que pudiera deshacer sus sombras.
Los adolescentes intercambian una mirada, una conversación silenciosa.
-Un proyecto. –responde Bella.
-Secreto. –completa Jake.
Arizona pone los ojos en blanco alzando ambas manos.
-Tranquilos, chicos, yo no soy la experta en interrogatorios.
-¿Quién es el experto en interrogatorios? –cuestiona Charlie con diversión bajando las escaleras. Va vestido de calle y Arizona se niega a admitirse que la camisa de franela de cuadros le queda bien. Esas prendas no deberían quedar bien a nadie, y menos a su ex tío, joder.
-Tú, supongo. –responde Bella mientras Ari se gira para centrar su atención en la cocina, donde está preparando la cena. Siempre le ha gustado cocinar y, tiene que admitir, que ahora le brinda una perfecta excusa para no mirar a Charlie.
-¿Te quedas a cenar, chico? –cuestiona el jefe de policía.
-Sí. Papá dice que irás a ver el partido a casa.
-Sí, aunque esa cena huele que alimenta. –Arizona escucha sus pasos, pesados y firmes, que lo acercan a ella. Puede sentir su presencia y se fuerza a mirarle por encima del hombro para encontrarse con una sonrisa algo tímida. –Siento perdérmela.
-No te preocupes, quedará para mañana. Tú disfruta del rato con tu amigo. Es bueno para el alma gritarle a la tele y decir groserías. –bromea la chica a lo que Charlie niega con una risa baja que a Arizona le gusta un poco de más.
Ninguno de ellos ha vuelto a...tocarse, de ninguna forma. A pesar de que fue algo casual ambos están evitando repetir momentos que les provocan emociones complicadas, así que intentan no quedarse solos nunca.
-Nos vemos luego, entonces. –con una última mirada y una sonrisa esquinada, Charlie se aleja y Arizona casi tiene que reprimir el suspiro de alivio.
No puede gustarle Charlie. Simplemente es tensión sexual. Probablemente porque lleva sin tener sexo una buena temporada.
Eso es lo que necesita. Ligar. Sí. Tiene que salir.
Eso lo solucionará todo.
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Prohibido. | Charlie Swan.
Fanfiction¿Y si la ayuda viniera de alguien que no esperabas? ¿Y si el amor viene también con ella?