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-¿Me quedo a tu cargo y tú te dedicas a montar en moto? Tienes que estar de broma, Bells. –la regaña Arizona mientras cura la herida de la frente de Bella.
Su prima acaba de aparecer en casa, apenas un día después de que Charlie se marchara, con una sangrante herida en la frente y la loca historia de que ha montado en moto.
-No es para tanto. –se defiende la morena, aguantando estoicamente el escozor del desinfectante sobre la piel. –Sólo quería hacer algo divertido con Jacob.
-Morir no es divertido. –replica Ari antes de lanzar la gasa ensangrentada a la papelera. Se apoya en la encimera de la cocina con un suspiro y sus ojos azules recorren el rostro de su prima. –Nunca pensé que eras de las chicas que hacían locuras.
Los ojos marrones de Bella se clavan en la mesa de madera blanca y pasa los dedos por ella de manera distraída, como si ahí pudiera encontrar las palabras.
-Con Jake me siento más...-se encoge de hombros ligeramente. –No sé, más atrevida.
-¿En qué sentido? –el tono de la mayor es curioso pero también dulce, sabe que a Bella siempre le ha costado abrirse, decir lo que siente. Está empezando a intuir que eso lo ha heredado de su padre.
-Le he dicho que es hermoso. –las palabras salen rápidas y demasiado juntas unas con otras pero Arizona consigue descifrarlas mientras los ojos marrones se alzan y se encuentran con los suyos. -A Jake, le he dicho que es hermoso.
Las cejas de Arizona se pierden dentro del flequillo cuando las alza.
-Está bien...¿y qué te ha dicho él?
-Que me he dado un buen golpe en la cabeza.
Ari resopla.
-Menudo idiota.
Eso arranca una ligera risa de Bella pero su gesto vuelve a ser serio cuando su prima toma asiento a su lado.
-Creo que le gusto, Ari. A Jake.
-¿Y eso es malo?
-Yo...no...-Bella suspira y su mirada se vuelve a clavar en la mesa, la superficie desgastada por años de uso.-Me siento bien cuando estoy con él, me siento como antes de Ed...de todo. Pero él se merece a alguien mejor.
Arizona frunce el ceño.
-¿Alguien mejor?
-Alguien que tenga corazón y no el agujero negro que tengo yo. Alguien que no esté roto.
-Oh cariño...-la mano de Ari se posa sobre su pierna y Bella vuelve a mirarla, hay verdadera tristeza en sus ojos marrones y el corazón de la adulta se encoge al verlo. –Tú no tienes un agujero negro ni estás rota. Estás pasando por un duelo.
Bella parpadea, confusa.
-No ha muerto nadie.
-Se puede perder a una persona de muchas formas y no todas tienen que ver con la muerte. Has perdido a alguien a quien amabas y estás pasando ese duelo. Cuando estás dentro parece que no tiene final, pero lo tiene, te lo aseguro.
Ella misma ha pasado por varios. Nadie pasa por la vida con el corazón intacto, todos tenemos cicatrices en el alma. Sólo está en nuestro poder que eso nos haga más fuertes o que nos hunda.
-Pero si lo supero, si ya no duele...¿cómo sabré que fue real? –la voz de Bella apenas es un susurro cargado de llanto contenido.
-Porque lo recordarás, sólo que ya no dolerá, será un recuerdo más, una experiencia de la que aprender. –Ari se inclina hacia ella para apartarle una lágrima que traza su camino por su mejilla con cariño. –Mientras tanto intenta vivir en el presente, con aquellos que siguen aquí.
-Con Jake. –murmura.
-Con Jake y con el resto. –concuerda la chica. -¿Qué parece si mañana nos vamos a tomar algo a Seattle y vemos algunas librerías?
Eso hace que los ojos de la adolescente se iluminen, eliminando parcialmente la tristeza en su mirada.
-¿De verdad?
-Claro, ya sabes que a mí también me gusta leer aunque no tanto como a ti, ratona de biblioteca. –la burla hace que Bella resople poniendo los ojos en blanco pero hay una sombra de sonrisa en sus labios. –Y nada de motos, ¿vale?
-Vale, pero tú no le dirás nada a Charlie. ¿Prometido?
-Prometido pero mi precio es un batido enorme de fresa.
-Hecho.
-Con helado.
-Oye, no abuses.
-Y nata.
-Ari...-ante la mirada de su prima, Bella suspira. –Vale, prometido.
❀ ❀ ❀
-¿Todo en orden?
-Sí, hemos ido a Seattle a pasar el día y he encontrado tulipanes. –los dedos de Arizona acarician los pétalos amarillos de las flores mientras sostiene el teléfono con la otra mano. Lo siguiente lo dice sin pensar, como un deseo inesperado de compartir algo más con el hombre que hay al otro lado de la línea. –Es mi flor favorita.
-¿Por qué? –la voz del Charlie suena más suave pero algo lejana, probablemente por el problema de cobertura.
-No lo sé, quizás porque hay de tantos colores...siempre hay un tipo para cada persona. Puedes expresar lo que quieras con ellos. –la sonrisa de Ari se filtra a su voz. -¿Qué tal la pesca?
-Bien. –la respuesta seca del hombre hace que frunza el ceño.
-¿Toda va bien?
-Sí, claro. –la respuesta es demasiado rápida para tranquilizarla. –Vamos a salir allí, estaré allí en un par de horas.
Arizona cree distinguir una voz de fondo, probablemente Billy metiéndole prisa.
-Bien, hasta lue-
La llamada se corta antes de que pueda despedirse del todo.
Sé que este capítulo es más corto pero porque los demás serás más largos e intensos.
¿Cuál es vuestra flor favorita? Admito que la mía es la misma que la de Ari🤭
