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-Te tiembla un ojo.
-No, claro que no.
-Claro que sí.
Ari le señala el párpado el cual se agita por el estrés y Charlie resopla, antes de parpadear varias veces para intentar eliminar la tensión lo que provoca una carcajada de la chica.
-Tú vas a provocar un pequeño terremoto si sigues moviendo la pierna así, cariño. -le replica el hombre con ambas cejas alzadas y la vista clavada en la pierna delatora de Arizona que no para de agitarse bajo la mesa.
La chica frena el movimiento poniendo los ojos en blanco pero se vuelve a tensar cuando escucha el inconfundible ruido de la camioneta de Bella aparcando en la entrada de casa.
Después de darse una ducha -demasiado larga para ser sólo una ducha- decidieron aplazar la charla con Bella hasta el día siguiente dado que sería viernes y quizás eso haría que Bella estuviera de buen humor. En realidad era una excusa para pensar un poco más en cómo decírselo aunque ninguno lo admitió.
Y ahora están sentados alrededor de la mesa de madera desgastada de la cocina, con los hombros tensos y el oído centrado en los pasos que recorren la entrada hacia ellos.
-¿Qué pasa? -pregunta Bella en cuanto entra en la estancia mientras sus ojos marrones viajan de un rostro tenso al otro.
-Nada, sólo queremos hablar contigo, ¿puedes sentarte? -el tono de Charlie intenta ser relajado pero la tensión es evidente.
Bella toma asiento delante de ellos con la desconfianza embargando su mirada.
-Sea lo que sea lo que os ha dicho Alice es mentira.
La confusión llena el ambiente.
-¿Qué quieres decir con eso? -pregunta confuso Charlie.
-¿Qué quieres decir tú con eso? -la confusión es idéntica en su hija.
Ambos se intercambian miradas en silencio y Arizona tiene la necesidad de carraspear para romper el momento y volver a centrar la conversación.
-Lo que queremos decirte no tiene nada que ver con Alice o contigo. Queremos decirte que...-la mirada clara se desvía hacia Charlie, que asiente de manera imperceptible antes de tomar el relevo.
-Estamos juntos. Arizona y yo...-su mano cubre la de la nombrada, que está apoyada sobre la mesa.-Estamos en una relación.
Ambos contienen la respiración mientras ven cómo las palabras calan en Bella, que parpadea un par de veces, en absoluto silencio. Y de repente suelta una risa nerviosa, como si se estuviera esperando una noticia mucho peor.
-¿Eso es lo que queríais decir? ¡Pero si era evidente! -los adultos la miran desconcertados y Bella niega con diversión. -Venga ya, no paráis de lanzaros miraditas y a veces os cogéis de la mano cuando creéis que nadie mira.
