La salida al desierto no fue lo más calmado para Zelda y su grupo debido a a que el desierto era un lugar mortal si no estaban preparados, toda la familia real se quedó en la fortaleza de Gerudo mientras que Mineru, Zelda y Nabira caminaban por el desierto encantado en busca del templo Zonnan del trueno, el cual se encontraba en medio del desierto, por suerte para ellas, no había alguna tormenta de arena cerca de su camino por lo que eran capaces de ver el templo de piedra desde una buena distancia, aunque aquel templo no era lo único que ellas podían ver.
Zelda notó que habían también 2 templos en el desierto de Gerudo, uno con una mujer con las piernas cruzadas y con sus manos mirando hacia arriba, en la entrada del templo se encontraba una especie de plataforma con un símbolo un poco raro y la trifuerza en este, el otro templo que era visto dentro del desierto era un coliseo, con 6 pilares que parecían rodear la zona más alta y antigua de este.
El viaje al templo no era muy satisfactorio por así decirlo, para empezar, aunque ellas no tuvieran la tormenta de arena encima, la arena del mismo mar en el que estaban ya era un reto de por sí, la arena se les metia hasta en las sandalias, sus pies se hundían en la arena debido a lo muy poco densa que es y también el sol estaba en su punto más alto, osea, el sol no era tanto un problema, Zelda había preparado elixires para el calor del desierto al no tener sus ropas Gerudo, pero no quitaba que lo demás era bastante molesto, en especial por alcanzar un templo cubierto de piedra.
Llegaron al templo como al atardecer, cuando el clima del desierto estaba más fresco, claro, no quitaba que aún así hiciera calor y que al alzarse la luna, aún en su punto más bajo, la temperatura cambiaría drasticamente, honestamente, era un milagro que las Gerudo de su propia época podían sobrevivir a aquellas arenas las cuales llaman hogar, aún con todo en el camino, Zelda se detuvó por unos momentos para observar mejor el templo.
El templo era como una pirámide echa de piedra, debía medir al menos una de las torres del castillo de Hyrule, tampoco era tan alta como los picos gemelos, eso era seguro, la entrada era un túnel, my parecido a los pasadizos secretos del castillo de Hyrule del futuro, tenía antorchas que iluminaban el camino y les guiaban por los diferentes salones que habían en el lugar, el centro del templo era una habitación con un elevador que funcionaba con el poder del rayo, el mismo poder que tenía Urbosa y el cual también tiene Nabira, el elevador, si así podía Zelda llamarlo, llegaba hacia la cámara más alta del templo, donde los Sabios vigilan que todo este en orden en las regiones que ellos protegen, el teletransporte del templo se encontraba justo a la entrada de este, donde el elevador se encontraba con las celdas de energía para que estas funcionen.
Ese templo era sin duda uno de los más grandes y largos de todo el reino, eso, si no contamos a la ciudad de Gorotinia como parte del templo del Fuego, aún así, Zelda se dedicó a admirar la estructura del templo mientras que Mineru arreglaba el teletransporte, obviamente, necesitaria mucho más tiempo ya que el templo no tenía las arenas zonnan para el teletransporte, por lo que les tomaría un tiempo preparar todo listo.
Estando esos pocos días en Gerudo; Zelda notó que Ganondorf era una persona completamente diferente dependiendo de con quien esté, con los Monarcas era frío y distante, casi como si viera, no a sus líderes, sino a personas que antes conocía y que ahora eran completos extraños, con su pueblo, Ganondorf era más como un líder, ayudando a las Gerudo en todo lo que necesiten y en cualquier planeación para obtener los recursos que ellas necesitan para sobrevivir en un clima tan árido como lo es el desierto de Gerudo, el calor de este puede llegar incluso hasta el cañón, con Nabira fue lo que más le sorprendió, el patriarca Gerudo parecía ser bastante cariñoso con su hija a pesar de que no se lleven tan bien, tal y como un padre debería ser con su hija, Ganondorf era buen líder, Zelda no lo negaba, solo un buen líder decidiría aliarse con la gente que odia solo por el bien de su pueblo, volviendo a las relaciones, con los niños, Ganondorf parecía solo jugar un poco con ellos, lo cual es raro ya que él era bastante serio y distante cuando se trata de extraños y forasteros del desierto, se supone que, siendo Zelda la hija mayor de Rauru y Sonnia, Ganondorf se debería llevar horrible o al menos no hablar con ella, sin embargo, este parecía incluso divertirse durante esos períodos de tiempo, como un intento de recuperar algo perdido, aún así, Zelda sabía que eso no era más que un truco para ganarse la confianza de la princesa y así poder hacer algo en contra del Reino de Rauru, por último, estaba ella con él, Ganondorf parecía intentar hacer lo mismo que con la joven heredera, con la única diferencia de que Zelda sí se da su lugar con respecto a él y que Ganondorf parece saber que sus intenciones serán completamente en vano, ambos eran foros opuestos, él simbolisa la arrogancia según Zelda, además de la oscuridad que ella siente dentro de él, por otro lado, ella simbolizaba la luz del Reino, así que podría decirse que solo faltaba aquella unión entre luz y oscuridad.
ESTÁS LEYENDO
La sabia del tiempo
AdventureTras un incidente en lo más profundo del abismo del Castillo, Link y Zelda de encuentran con una especie de momia encarcelada por un brazo brillante, tras una breve presentación, la momia y el Castillo se levantan, Link y Zelda caen al vacío, pero Z...