Festival de los cielos y canto del futuro

10 2 0
                                    

Al fin el día más esperado de todo el reino llegó.

El festival de los cielos estaba a punto de empezar, todos los pueblos estaban reunidos en la llanura de Hyrule con tiendas, comidas y utensilios de los zonnan para la celebración, sin embargo, para que el festival empieze, la familia real debe de declarar el inicio de este.

Y hablando de la familia real; Zelda se estaba vistiendo con su atuendo de la época para estar presentable ante el festival, su tiara de los zonnan estaba en el escritorio del lugar mientras ella misma se miraba al espejo, justo se estaba poniendo sus lágrimas debajo de sus ojos para no levantar sospecha alguna de que no era de ahí, no era tan difícil considerando que llevaba en aquella era casi un año, ya estaba acostumbrada, una vez terminada aquella labor, Zelda inconscientemente llevo su mirada a la piedra secreta que la Princesa heredera le regaló como regalo de cumpleaños, además de ser un regalo por aquello, esa lágrima era como un recordatorio de aquella era tan hermosa, bastante parecida al Hyrule de hace más de 100 años, de algún modo, Zelda se preguntó como usaría Link aquella piedra, agradecía el regalo pero también quería que Link tuviera algo que potenciará más la magia que él mismo posee, y que mejor que una piedra de sus antepasados, quizá empezaría difícil pero también era divertido el aprender como usar eso.

Terminando el maquillaje en su pálida cara, Zelda se puso la tiara de piedra en su frente y sacó algo de su alforja de viaje, la cual aún tenía muchas hiervas de su propio hogar y también la Tableta de Prunia, de ella, sacó una princesa de la Calma, una flor con pétalos azules y puntas blancas, era una flor bastante extraña en su propia era he incluso más en esta ya que los solirios eran como el antiguo remplazo de las princesas de la calma, con la flor, Zelda se las arregló para que la flor no se le cayera de la túnica que llevaba, acomodándola en el cinturón de piedra que estaba acomodada cerca de su parte superior, de esa forma estaba cerca de su corazón y de su cuerpo.

Al salir, la primera persona con la que se encontró fue Sonnia, quien estaba en la entrada de su habitación esperándole con Lomei en brazos -¿Lista? Wow...estas hermosa- dijo la reina al ver como estaba Zelda, a pesar de que esta como siempre, pareciera como si fuera una diosa.

-Jaja...Gracias...¿dónde está el rey?- preguntó Zelda al no ver a Rauru o a la princesa Heredera.

-Esta en el festival, quería esperarte.- Sonnia empezó a dirigirse hacia la salida del palacio, pero antes, le dijo unas palabras a Zelda -Apuesto que Link se quedaría sin aliento si pudiera verte- Dijo en un pequeño intento de molestar a Zelda, cosa que funcionó ya que la hyliana de sangre dorada tenía un tono rojizo en sus mejillas.

(...)

Justo acababa de iniciar el festival del Reino, al ser considerada parte de la realeza; Zelda era capaz de ver cualquier cosa dentro de la ciudadela sin importar que fuera difícil por la cantidad de gente que había.

Cuando inició el festival, empezó con una pista de baile, en la cual Rauru y Sonnia fueron los protagonistas principales, los demás pueblos con sus parejas se unieron tiempo después conforme la pista seguía moviéndose, los únicos que no bailaron fueron ella, Mineru y los líderes de las demás tribus, muchos no tenían pareja así que no se molestaban en bailar, Zelda fue llevada a las fiestas del castillo de hace 100, la última para ser precisos, en ella Zelda bailo un buen rato con Link, quien llevaba su traje de guardia Real; le pareció bastante hermoso.

Como el festival empezó con un baile, este terminará con una canción, gracias a Rauru, Zelda sería la que cantaría aquella canción y ya tenía una idea de cómo hacerlo y cuál tocar.

Mientras, miraba que podía hacer para que el tiempo pasara rápido, el festival acababa al anochecer y aún era mediodía, tenía tiempo de sobra, lo cual es irónico ya que tiempo siempre fue lo que nunca tuvo, mientras caminaba, pensaba en algo que Lily y que las personas del palacio le decían desde hace ya unos días.

La sabia del tiempoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora