Postergar

23 0 0
                                    

Llevo una semana postergando hacer el mandado. He estado encerrado en mi habitación, Vivo solo, y por la pandemia tengo que trabajar desde casa, por lo que para lo único que salgo es para comprar provisiones, pero últimamente ni eso. No sé si no puedo o no quiero.

Me voy a dormir a las 5 de la mañana y me despierto a medio día. Las envolturas de panques, galletas y cartones de leche empiezan a acumularse… es un milagro que después de una semana no esté conviviendo con cucarachas. Además el bote de la ropa sucia se empieza a llenar y por ende el cuarto empieza a oler a comida, ropa sucia y falta de aseo personal.

No sé que me tiene así, pero inconscientemente lo preveía, pues semanas atrás empecé a hacerme con chucherías, leche, garrafones de agua y aunque en ese momento no le tomé importancia, metí el microondas al cuarto sin razón alguna.

El domingo pasado fue la última vez que salí. Pedí, como segundo acto inconsciente, 5 pizzas. Cené y guardé el resto  en el frigobar. En ese momento supe  porque había metido el microondas.

Apenas y dejo entrar la luz del sol y por las noches es la pantalla del televisor lo que me permite no perderme en la oscuridad, oscuridad a la cual mis ojos no parece importarles y se han acostumbrado.
He estado recibiendo mensajes, pero no tengo ganas de responder, incluso he creado un juego y por cada notificación de mensaje, cabe decir que no son muchos, me como una galleta.

La sudoración inexplicable que me ocurre durante la noche cuando trato dormir y me priva de conciliar el sueño, me hace sentir como si estuviera sumergido en agua y saliera a comer un sandwich en aquellos días de piscina con la familia y / o amigos.

¿Qué va a pasar primero cuando se termine mi leche, galletas, agua y pizza? ¿Seguiré postergando mi salida al supermercado, el aseo del cuarto y personal? ¿Por qué no quiero salir? ¿Qué hay allá afuera que mi cuerpo se rehúsa a cruzar la puerta del cuarto? No lo sé, pero aún es muy temprano para tener una respuesta y tengo que ir a dormir.

Relatos que escribí en el tren a casaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora