Salieron tomados de la mano, seguros que nunca nadie se las iba a separar. Habían estado juntos en un motel de carretera. Tenían 20 y 19 años, era su primera vez y se habían entregado el uno al otro.
Ella había parado en medio de la carretera por una llanta averiada y él se había ofrecido a ayudarla. En el radio de ella sonaba una playlist de punk/rock, el cielo se empezaba a pintar de anaranjado y el viento refrescaba los cuerpos sudados por la espera bajo el Sol.
La noche llegó mientras viajaban en el auto de él buscando una vulcanizadora, pero sin éxito, lo único que se repetía fuera de las ventanas eran moteles con luces llamativas y servicios que aunque ninguno de los dos decía, llamaban la atención.
Quizá la inexperiencia de ambos en el asunto y que se acaban de conocer era suficiente para no hablar de meterse en uno y pasar un rato agradable. En el trayecto se fueron conociendo, se hicieron las preguntas base con las que inician una conversación de dos extraños.
Ella había mentido sobre no tener seguro que le facilitara una grúa y él con que no traía una llanta de refacción, pero algo lo hizo parar.
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Relatos que escribí en el tren a casa
RandomSerie de relatos eróticos, reflexivos, casuales, aventura, amor, desamor, suspenso y demás que he escrito en los últimos 5 años...