Alas rotas

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La luz tenue de la sala de operaciones de la Torre de los Titanes bañaba el rostro serio de Robin mientras se dirigía a Raven y Chico Bestia.

"Tenemos información de que Slade está llevando a cabo un intercambio ilegal de armamento con un grupo de terroristas rusos en un pequeño pueblo cerca de Moscú", explicó Robin, señalando un punto en el mapa holográfico. "Necesitamos que vayan de incógnito, reúnan información sobre el trato y la ubicación del armamento."

"Suena arriesgado", comentó Chico Bestia, transformando su mano en la cabeza de un lobo y rascándose la barbilla con ella. "¿Por qué nosotros dos?"

"Porque eres el mejor para el trabajo de infiltración, Chico Bestia", respondió Robin. "Y Raven, tu conocimiento del ruso y tus habilidades telepáticas serán cruciales para interceptar las comunicaciones y comprender la situación."

Raven asintió, su rostro estoico como siempre. "Entendido. ¿Cuándo partimos?"

"De inmediato", respondió Robin. "Cyborg les ha preparado un jet con tecnología de camuflaje. Buena suerte, Titanes."

Horas después, Raven y Chico Bestia se encontraban en las afueras del pequeño pueblo ruso, ocultos entre los árboles de un bosque cercano. La nieve caía suavemente, cubriendo el paisaje de un manto blanco.

"Espera", susurró Raven, concentrándose en sus poderes. "Puedo oírlos... están en esa cabaña abandonada al borde del pueblo."

Chico Bestia se transformó en un águila, alzando el vuelo silenciosamente. Desde el aire, confirmó la información de Raven. Dos camiones militares rusos estaban estacionados frente a la cabaña, y varias figuras armadas se movían alrededor.

De vuelta en el suelo, Raven y Chico Bestia, transformado en una pequeña araña, se infiltraron en la cabaña por una ventana trasera. En el interior, una mujer con acento estadounidense discutía acaloradamente con un grupo de hombres corpulentos, vestidos con ropa militar.

"Говорю вам, оружие готово к передаче,"  dijo la mujer, con voz firme. (Les digo, las armas están listas para la entrega.)

"Мы хотим увидеть их сначала," respondió uno de los hombres, con un gruñido. (Queremos verlas primero.)

Raven traducía la conversación en susurros a Chico Bestia, quien escuchaba con atención.

La mujer se giró de repente, como si hubiera sentido su presencia. Sus ojos se dirigieron directamente a su escondite. Antes de que pudieran reaccionar, sacó una pistola y disparó.

La bala impactó en el dorso de Chico Bestia, quien se transformó de nuevo en humano con un grito de dolor.

"¡Gar!", gritó Raven, corriendo hacia él.

La mujer sonrió con frialdad. "Parece que tenemos compañía", dijo en perfecto inglés.

Raven la observó con cautela, sin reconocerla. Era una mujer joven, de cabello rubio y ojos azules penetrantes. Su rostro transmitía una mezcla de arrogancia y crueldad.

"¿Quién eres?", preguntó Raven, mientras intentaba ayudar a Chico Bestia a levantarse.

"Eso no importa", respondió la mujer, apuntando su pistola hacia ellos. "Lo único que importa es que ustedes dos van a morir aquí."

Slade emergió de las sombras, su máscara metálica brillando bajo la luz tenue de la cabaña.

"Bien hecho, Terra", dijo con voz fría. "Ahora, termina con ellos."

Terra apuntaba con la pistola a Raven, con el dedo en el gatillo. La joven hechicera yacía indefensa en el suelo, sus ojos violeta llenos de dolor y confusión. Justo cuando Terra iba a apretar el gatillo, escuchó murmullos provenientes de los rusos.

"Посмотри на нее, такая красивая..." (Mírenla, tan hermosa...)

"Она как ангел..." (Es como un ángel...)

Terra frunció el ceño. No permitiría que esos brutos pusieran sus sucias manos sobre Raven. Golpeó a la hechicera en la cabeza con la culata de la pistola, dejándola semiinconsciente. A pesar del dolor y la confusión, Raven se aferraba a la conciencia, tratando de usar sus poderes para curar la herida de bala de Chico Bestia, quien yacía inmóvil a su lado.

Slade se acercó a Terra, su voz llena de furia contenida. "¿Qué crees que estás haciendo?"

Terra se giró hacia él, una sonrisa desafiante en su rostro. "Estoy mejorando el trato, Slade. Podemos vender a la chica a estos pervertidos. Pagarán una fortuna por una belleza exótica como ella. Duplicaremos nuestras ganancias."

Slade la miró fijamente, analizando la propuesta. Era cierto que Raven era una joven hermosa, y su origen místico la hacía aún más atractiva para algunos. Podría ser una fuente de ingresos considerable.

Mientras tanto, Chico Bestia luchaba por mantenerse consciente. Abrió los ojos con dificultad y vio a Raven a su lado, con sangre corriendo por su rostro. Un sentimiento de terror lo invadió.

"Rae..." murmuró débilmente, antes de volver a caer en la inconsciencia.

Terra observó la escena con frialdad. No sentía ningún remordimiento por lo que estaba haciendo. Raven y los Titanes la habían traicionado, la habían dejado sola. Ahora era su turno de hacerles pagar.

"Preparen a la chica", ordenó a los rusos. "Nos vamos."

          Narra Raven

Un dolor agudo me atravesó la cabeza como un relámpago. Sentí el suelo frío bajo mi cuerpo y un zumbido ensordecedor en mis oídos. Intenté abrir los ojos, pero la visión se me nublaba. ¿Qué había pasado? Recordé la cabaña, a Terra apuntándome con el arma... y luego nada.

"Agh..." Gemí, tratando de incorporarme, pero unas manos ásperas me agarraron de los brazos y me arrastraron por el suelo. Intenté resistirme, pero mi cuerpo se sentía débil e incapaz de defenderme.

"Gar..." Susurré con la boca seca. ¿Dónde estaba Chico Bestia? ¿Estaría bien? Intenté alcanzarlo con mi mente, pero mis poderes parecían bloqueados. Un miedo helado me recorrió la espina dorsal.

Me arrastraron hasta una camioneta y me arrojaron sin miramientos en el asiento trasero. Sentí un pinchazo en el brazo y un líquido frío se introdujo en mis venas.

"No... no..." Intenté protestar, pero mi voz sonaba débil y distante.

"Tranquila, pequeña", dijo una voz áspera en ruso. "Esto te ayudará a dormir."

Sentí como la sustancia se extendía por mi cuerpo, adormeciendo mis extremidades y nublando mi mente. Intenté luchar contra el sueño, pero era en vano.

"Gar... por favor..." Pensé con desesperación, mientras la oscuridad me envolvía. "No me dejes..."

Continuará

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