Lee Namra tiene una misión, descifrar si el sospechoso del caso es culpable o si sólo es un empresario.
Shi Oh tiene otra misión, vengarse.
Ambos sin saber esto del otro. El se casa pensando que es una chica ingenua y ella se casa pensando en arre...
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Nam Ra
Bajamos de allí y nos encontramos con Hee Seok, este se acercó a mí sonriendo de manera serena.
—— De nada. Te salvé la vida. — Shi Oh pone los ojos en blanco demostrando que no lo soporta —
—— Gracias, Hee Seok. Te debo una. — Shi Oh niega con los ojos en blanco y se aleja de nosotros —
—— ¿Podrías repetir todo eso cuando hables con Sulli? — al menos me había sacado una sonrisa. No planeaba sonreír esta noche. — Que bueno que estás bien, Nam Ra. Ten más cuidado. ¿De acuerdo? No todos son buenos.
—— Lo sé... Gracias... — pongo mis manos sobre los bolsillos de el abrigo de Shi Oh que el mismo me dió, aún temblaban como si estuviesen desnudas ante el invierno con esa fría nieve —
—— Nos vemos luego.
—— Nos vemos. — Shi Oh me rodea con su brazo derecho y me ayuda a caminar hasta el auto. Me quedo en el auto y ellos charlan por unos segundos. Shi Oh tiene su semblante serio mientras que sostenía la botella con el antídoto —
Terminan de hablar y el sube al auto conmigo
—— Nos reuniremos pronto... — me explica sin que yo se lo pregunte —
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Nam Ra
Abrazaba mis piernas sintiendo que en cualquier momento estaría cayendo o al borde de la muerte de nuevo. No iba a dormir hoy y si lo hacía, serían solo pesadillas. Shi Oh desenredaba mi cabello en silencio, debía sentirse muy molesto y culpable. No quería que se sintiese así. Decidí ayudarlo y no dejarlo. No puedo hacerlo sentir mal...
—— ¿Yoon Gi está bien? — pregunté por décima vez en la noche —
—— Tranquila, ya te lo dije, está durmiendo... - asiento recordándolo -
—— Es verdad...
—— Nam Ra, ¿Crees que podrás dormir esta noche?
—— Perdóname... — bajo la mirada y el se detiene de desenredar mi cabello. Se levanta y se sienta a mi lado, recuesta mi cabeza sobre su pecho, puedo oír los latidos de su corazón mientras que acaricia mi cabeza. —
