069. Mafioso

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Nam Ra

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Nam Ra

—— ¿Invitaste a Shi Oh? — me acerco y le pregunto entre dientes —

—— Si, pero era para más tarde. No se que hace aquí y porque no avisó. ¿Tú invitaste a Sulli? — me pregunta de la misma manera y niego sin parar —

—— Qué gusto fue verte, veo que tienes visitas, debo irme, mucho que hacer. Nos vemos. — aceleré el paso ignorando a esos dos, cuando salgo corriendo por el pasilla sintiendo que alguien va detrás de mí, me toman por la muñeca y eso me detiene —

—— ¿A dónde crees que vas? ¿Vas a ver ahora a tu tía? ¿O Hee Seok es tu nueva tía? ¿Qué haces viendo a otro hombre cuando tienes un marido? — pongo los ojos en blanco y me suelto —

—— Ya estás exagerando las cosas. No lo estaba viendo.

—— ¿No? Dijiste que te gustaban los hombres muy bien ejercitados. Dijiste que Hee Seok era guapo, ¿por qué te encuentro a solas con un hombre guapo y musculoso? ¿Ya te olvidaste de mí?

—— Eres un dramático desconfiado. ¿No que irías a ver a un fiscal?

—— No respondes mis preguntas. — le doy la espalda y sigo caminando mientras que el va detrás de mí — Dime, ¿qué hacías aquí? ¿Por qué viniste a verlo? Si no me respondes tendré que preguntárselo a él a mi manera. — volteo ya que veo que no para de seguirme como un cachorro —

—— Ryu Shi Oh. — suspira molesto, pero decide oírme — Tenía unas preguntas y el me ayudaría con unas cosas. Es mi amigo, no sabía que saldría así, sabes cómo es el, le gusta fastidiar. Además le gusta Sulli.

—— Si, lo sé. — abrí los ojos — Trabaja para mí por eso mismo.

—— ¿Por eso la trajiste? ¿La querías junto a ti para que el se molestara?

—— No lo defiendas, mira las cosas que ese idiota hace. — sonrío sin creerlo y me cruzo de brazos — ¿Qué?

—— ¿Estás celoso?

—— ¡Por supuesto que sí y el solo lo hace para fastidiarme y lo está logrando!

—— Tienes razón, lo está logrando. — se calla y me observa — Tiene más montañas que tú. — apunto de irme victoriosa, me toma de el brazo de nuevo —

—— ¿Qué significa eso? ¿Te tomaste el tiempo para ver cada detalle? — me pregunta entre dientes con una sonrisa que me decía que estaba por matarlo. Me encanta molestarlo. Me suelto de nuevo sonriendo —

—— Valió la pena. Hee Seok no me dejó sola toda la noche entera. Ve a ver a tu supuesto fiscal ¿quieres?
está por temblarle el ojo y ve como me marcho —

 Ve a ver a tu supuesto fiscal ¿quieres? — está por temblarle el ojo y ve como me marcho —

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Shi Oh

—— Parece que tienes algo que decir. — No estaba de humor y ese fiscal idiota quería discutir — ¿Me siento o me quedo de pie? — ni siquiera me responde acortando mi paciencia y se sienta. Hago lo mismo, me siento a su lado —

—— ¿Vendes la droga?

—— Si. — me observa molesto —

—— Mira a este mocoso... ¿de verdad eres de la familia?

—— Si. — respondo tratando de no perder mi paciencia. Solo pienso en Hee Seok y en Nam Ra y ya quiero golpear a este tipo —

—— Parece que solo porque jugamos poker unas cuantas veces, crees que somos amigos. Maldito desgraciado. ¿No te tomas en serio a un fiscal? ¿No sabes qué me especializo en casos de drogas? — se levanta y sigo pensando en Nam Ra ignorando sus pucheros — Maldito, estás acabado, mocoso. — me lanza unos papeles y eso me saca de trance —

—— Nombre: Moon Seung U. Empezaste en la Fiscalía Este de Seúl en 2003, te transfirieron a Chuncheon en 2007 y luego a Suwon en 2009. Fuiste funcionario de investigación en la fiscalía General en 2013 y fiscal de la fiscalía central de Seúl en 2015. Y ahora, eres fiscal general adjunto. Tu hija estudia en Estados Unidos. Tú y tu esposa viven en Seorae Village. Creo que tu perro se llama Tori.

—— ¿A qué viene todo esto?

—— Sabías que me drogaba. Te drogabas conmigo ¿recuerdas?

—— ¿Te volviste loco? — me pregunta molesto — ¿Qué? ¿Tú y yo nos drogamos juntos? — me levanto sin responder. Tomó los papeles de el suelo, los papeles que me lanzó en primer lugar —

—— Un fiscal debe saber controlar su temperamento. — veo los papeles — Un detective moribundo escribió esto como testamento. No deberías tirarlo con indiferencia.

—— Te mataré si haces algo. Deshacerme de basuras como tú- — ya está, logró cansarme cuando me levantó el dedo para amenazarme. Una cachetada lo hace caer al suelo. Verlo en el suelo se me hace muy gracioso.—

—— Fiscal Moon. — me puse a su altura — Hice todo lo posible y todo lo que pude para que te fuera fácil financiar la educación de tu hija. ¿No fue suficiente?

—— Estás loco. — se atreve a decirme —

—— Si yo trágico drogas, tú eres un drogadicto. La drogas que vendo, no se detecta en el organismo. Así que piénsalo. ¿Cuántas veces nos hemos visto en el Heritage? El testimonio de los vivos pesa más que el de los muertos. Y puedo testificar que tú... te drogabas...
se mueve asustado —

—— Yo no tomo drogas. — eso me hace reír —

—— Idiota. ¿Quién te creerá cuando diga que lo hiciste?

—— Ryu Shi Oh. — se sienta mientras que me levanto observándolo —

—— Así es. Soy un mafioso. Tu hija en Estados Unidos, tu esposa y tu amante. Quizás deberían cortarlas a todas en pedazos. No lastimaré a tu perro operado de la rótula. No matamos animales. ¿Sabes por qué? Los perros no solo mueven la cola. También ladran. Solo siguen ladrando y no hablan. Así sobrevives. — pongo mis manos sobre mis bolsillos y digo una frase memorable en Ruso — "Un amigo que no tiene nada que ofrecer es como un cuchillo sin filo" Es un dicho Ruso. — le expliqué en coreano — Se un cuchillo que pueda blandir. Ubícate. Pronto presentarán como evidencia una chaqueta inflada. Sin embargo, esa prueba se obtuvo ilegalmente, lo que la hace inadmisible. En otras palabras, no tienen nada. Y sus testigos están muertos... Ni siquiera le ofreciste un café a tu invitado... No estoy de humor, ¿si? Iré por un café para relajarme. — me agacho — Espere, tiene los cordones desatados... Lo veo mucho en los drogadictos. Cordones desatados, cierres abiertos y trajes desabrochados. Mejor cuídate, amigo. — le doy palmadas en el hombro mientras que no tiene el valor de verme — No des una mala impresión. — me levanto — Entonces... discúlpame... Fiscal Moon. Ya tengo que irme, no me puedo quedar más tiempo. Ambos somos hombres casados...bueno...casi... mi esposa me debe estar esperando. Nos vemos luego...

𝐍𝐞𝐯𝐞𝐫 𝐅𝐨𝐫𝐞𝐯𝐞𝐫  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora