Capitulo XXXVI: zmienił strony
El Vaticano es un lugar concurrido por los católicos y las personas religiosas.
No es de extrañarse que sea así.
La religión mayoritaria de muchos es el cristianismo.Y las fechas religiosas en las familias tradicionales siempre deben ser celebradas cerca a las iglesias o parroquias.
Ese día no era excepción, era el Pentecostés.Solo que Anna no lo sabía.
Al salir de la iglesia pudo observar mejor a Mila gente, habían varios representantes de algunos países y sus trabajadores, la mayoría de ellos siendo americanos.
Pero habían un pequeño problema.
Anna no conocía la ciudad y había perdido de vista al Alemán y su familia.
Ahora mismo era difícil encontrarlos, estaban en su forma humana, es decir que no había forma de diferenciarlos entre los mortales.
La polaca suspiró y empezó a observar su alrededor, queriendo buscar a Francia para al menos advertir lo que le había dicho Alemania minutos antes.–¿donde estarán?–
Pero aun así no había respuesta, ella podría pasar horas buscándolos pero no tendría éxito, sería imposible.
Pero llegó a un punto en donde se desesperó y empezó a correr entre la multitud.
–¿han visto al representante de Alemania y su esposa e hijo?–
Preguntó Anna a una familia adinerada, la cual negó con la cabeza y entabló una pequeña conversación con la rubia.
–lamentó molestarlos ¿pero han visto a un hombre alto pelinegro con ojos de diferentes colores y una mujer rubia que también tiene ojos de diferentes colores?–
Tanta era la preocupación que Anna estaba preguntándole a una pareja de ancianos, quienes se miraron y negaron.
Las horas pasaron y seguía sin haber una respuesta, ya no había gente y ya era imposible encontrar al Alemán y la francesa, o al menos al hijo de ambos.
Anna suspiró exhausta, para salir del lugar e ir cerca a una cafetería ya fuera de la ciudad, es decir en Italia.
Ahora había más estrés, ya no estaba solo preocupada por la niña y el hijo de Alemania.
También estaba perdida en un país que hacía tiempo no visitaba.Pidió un café pequeño y una galleta.
El café ayuda a la polaca a tranquilizarse, fue algo que su padre le enseñó de joven.Sus pensamientos y su mente daba mil vueltas, era imposible pensar en algo específico.
Había demasiado de que preocuparse, el café ni la tranquilizaba y cada que tomaba un sorbo era un recordatorio del tiempo que perdió.Estaba tan fuera de si misma que no noto el ruido de la campana, indicando que alguien entró a la cafetería.
–Discúlpame ¿te importaría si me siento aquí?–
Esa voz hizo que Anna mirara hacia el frente y dejara de ver su taza de café.
Era una mujer castaña con puntas rubias, ojo azul y un parche cubriendo el otro. Tenía un vestido de la época color rojizo, su cabello suelto y bien peinado, un labial rojo y un anillo de oro en su dedo anular de la mano izquierda.
"Panama"
Pensó la polaca mientras asintió y le sonrió a la chica.
–discúlpame molestarte, te veías muy concentrada–
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Nuestra historia~
FanfictionUna historia que contiene la perspectiva de estos dos countries, y de cómo inició esta relación Te invito a leerla si te gusta el ship y quieres ver algo diferente "Aquí nadie es humano, no podemos juzgarlos bajo nuestro criterio" Odiarás a los pr...