Capítulo LXIV: ślub
–Si–
...
Habían pasado unas horas desde ese momento, aquella propuesta fue bien aceptada y terminó en un pequeño beso entre ambos representantes, acompañados de los aplausos de los presentes.
–¡Mis papás se van a casar!–
Gritó Irenke emocionada, la cual estaba alzada en los brazos de UE, al parecer ambos serían hermanastros.
–al parecer tendré nueva mamá–
Dijo UE con una pequeña sonrisa, era su tercera madre en poco tiempo.
–yo...pensé que nunca pasaría–
Susurró la polaca, escondiendo su cara con algo de timidez.
–yo solo estaba esperando el día...quería proponerte matrimonio, permitirle la entrada a la UE, celebrar todos juntos y quizás hablar un poco del futuro–
Explicó el alemán apenado, bien se sabía no había podido realizar todo su plan por su repentino desmayo en la mañana, pero al menos estaba feliz de cumplir su principal objetivo.
–eso no importa...–
Dijo Polonia con una sonrisa, mientras acarició el cabello del alemán.
Hubo un pequeño momento en el que ambos se miraron, de forma profunda y tranquila.
–permíteme cumplir la tradición familiar y entregarte nuestra reliquia–
Dijo el azabache en un susurro, sacando de su bolsillo una cruz pequeña color plateado, muy parecida a la que siempre carga Alemania.
–¿oficialmente puedo ser parte de tu familia?–
Preguntó la polaca con vergüenza, sabía muy bien que la mitad de la familia de Alemania podría odiarla.
–si, por fin puedes serlo–
Respondió el alemán en un susurro juguetón, recordando todo el tiempo que pasó para llegar a este momento.
El de ojos bicolor acomodó la pequeña cruz en el cuello de la camisa de su ahora prometida, con delicadeza y cuidado, esperando que no ocurra nada mal.
–bienvenida a la familia–
Dijo UE, con una sonrisa amigable, mirando a la polaca con ilusión y ternura.
–Gracias–
La polaca sonrió y miró la cruz, por una segunda vez.
Sintiéndose extrañamente familiar.
...
El alemán había llegado a su hogar, después de una larga semana.
Estaba contento por lo que había sucedido hace unas horas, por lo que ni siquiera esperó que sus trabajadores le dieran la bienvenida.Había un sonrisa tranquila en su rostro, era como un logro que por fin cumplía después de muchos años, después de mucho tiempo.
Se miró al espejo y con ilusión tocó la cruz que colgaba del cuello de su camisa.
–por fin podré formar una familia–
Se dijo a sí mismo, sabía que era el momento indicado para formar aquello que anhelaba.
Habían roto la maldición, no existía forma de que esta pasara a alguno de los hijos de Alemania o Polonia.–¿estás seguro?–
Dijo una voz cerca al oído del alemán, con cierta burla.
Era la segunda vez en el día en que Alemania escuchaba aquellas voces.
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Nuestra historia~
FanfictionUna historia que contiene la perspectiva de estos dos countries, y de cómo inició esta relación Te invito a leerla si te gusta el ship y quieres ver algo diferente "Aquí nadie es humano, no podemos juzgarlos bajo nuestro criterio" Odiarás a los pr...