Ellos se dirigieron a la cabaña, un lugar antiguo y descuidado, que mostraba señales de haber sido abandonado hace tiempo. La puerta secreta, que se abrió con un crujido, dejó entrever el interior polvoriento del refugio. El grupo avanzó con cautela, mientras una mujer colocaba en el suelo a una pequeña niña de apenas cuatro años, quien observaba todo a su alrededor con una mezcla de curiosidad e incomprensión. Miró a su madre, sin entender lo que ocurría a su alrededor.
—¿Es seguro? —preguntó la mujer, con la preocupación evidente en su tono.
—Nadie sabe que esto existe. —respondió el hombre más alto del grupo, con voz firme y tranquilizadora.
La mujer asintió, respirando algo más aliviada.
—Estarán bien aquí. —intervino otro de los hombres, tratando de calmar sus nervios.
—Chicos, muchísimas gracias. —les sonrió con gratitud.
—Gracias a usted. —respondieron todos al unísono, con respeto.
—Necesitan comer algo para recuperar fuerzas. —añadió ella, mostrándose ahora más serena.
—Iremos a buscar comida, pero uno de nosotros debe quedarse por su seguridad. —dijo el hombre más alto, el que había demostrado ser el líder.
—Nam tiene razón. —confirmó otro de los presentes, apoyando la decisión.
—Yo me quedaré. —habló el hombre llamado Nam, sin dudarlo.
—¿Seguro? —preguntó uno de los compañeros, aunque ya sabía la respuesta.
—Sí, estoy seguro. —afirmó Nam con firmeza.
Los demás asintieron, confiando en su decisión, y salieron de la cabaña en silencio, dejando a Nam con la mujer y la niña. Nam se acomodó en un viejo sofá, cerró los ojos por un momento para descansar, pero los abrió de nuevo al sentir una presencia cercana. Delante de él estaba la niña, con sus grandes ojos claros fijos en él, observándole con la curiosidad propia de su edad.
—Hola. —le dijo Nam, con una sonrisa suave.
—Hola. —respondió la niña, manteniendo su mirada inocente.
—¿Pasa algo? —preguntó Nam, intentando descifrar la razón por la que estaba allí.
—Mamá salió y me dijo que me quedara contigo. —contestó la pequeña, con sencillez.
Nam asintió, entendiendo la situación, y sonrió de nuevo, dispuesto a cuidar de la niña mientras el peligro aún acechaba afuera.
***
Ella caminaba de un lado a otro en la habitación, completamente nerviosa. Nunca había intentado seducir a alguien, ni siquiera coquetear. Siempre había sido tímida e insegura cuando se trataba de chicos, y no tenía la menor idea de cómo proceder. Había leído cosas sobre el tema, pero en esas historias la iniciativa siempre venía de los hombres, nunca de las mujeres, y eso hacía que su situación se sintiera aún más complicada. Escuchó la puerta abrirse y se dio la vuelta, viendo a Namjoon entrar con una toalla en la cabeza y ropa de dormir. Lo observó en silencio, sin saber cómo empezar.
—¿Pasó algo? —preguntó él al notar su nerviosismo.
—Sí. —respondió ella con inseguridad.
—Dime, ¿qué ocurre? —dijo mientras se sentaba en la cama, esperando a que ella se explicara.
—Tú sabes… —contestó nerviosa, con la mirada baja.
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Blood Heirs [K.NJ][Book #1] [✓]
FanfictionElla era una chica normal, con una vida normal, una chica de pocas palabras, una chica un poco antisocial. Ella nunca pensó o se llegó a imaginar que por ese hecho en su vida lo conocería a él y él nunca pensó encontrar a su complemento en aquella c...