Blood Heirs [K.NJ][Book #1] [✓]

Capítulo 3: «Huida»

Sungmin solo vio al chico irse ella se quedó ahí esperándolo, hasta que escuchó un disparo lo que hizo que soltara un grito; ella vio como la puerta se abría dejando ver a un hombre el cual al verla se relamió los labios lo que la asustó haciendo que retrocediera hasta caer al suelo.

—Hola, Sungmin. —sonrió el hombre. —mira qué hermosa estás ahora.

—Aléjate. —dijo con temor.

—Eso no se puede linda. —se burló. —porque tienes que venir conmigo.

Ella se arrastró por el suelo para intentar huir, pero la tomó de ambas piernas y la comenzó a amarrar para poder llevársela; Sungmin le dio una patada para huir, pero fue tomada del cabello y recibió un fuerte golpe por lo cual ella se quejó. Cuando el hombre se la iba a llevar la puerta se abrió dejando ver a Namjoon, este venía lleno de sangre en todo su cuerpo y rostro, eso asustó a Sungmin, ya que el chico no parecía humano.

—Quita tus asquerosas manos de ella. —dijo en tono frío.

—¿O qué niño? —se burló el hombre.

—Haré que te tragues tus intestinos. —mostró un cuchillo lleno de sangre.

—Juguemos entonces. —hablo mientras tira al suelo a la chica la cual buscó refugio en su armario.

Ella vio cómo el hombre se acercó hacia Namjoon para golpearlo, pero este esquivaba algunos golpes y otros los recibía. En un momento el hombre sacó su pistola y le disparó a Namjoon, pero este no se quejó o mostró signos de dolor, Sungmin vio como Namjoon en un movimiento rápido le cortó la garganta al tipo haciendo que este se desangrara en el suelo.

—¿Está muerto? —preguntó la chica.

—Sí, lo está. —la tomó de la mano. —ven tenemos que irnos.

—Pero tus heridas. —dijo preocupada.

—Estoy bien. —la vio. —hay que irnos es muy peligroso.

Sungmin asintió y ambos bajaron con cuidado y en silencio por si había más personas ahí, la chica solo pudo ver cadáveres en el suelo por lo cual apretó la mano de Namjoon un poco. Al llegar a la cocina la chica soltó la mano de Namjoon y buscar el botiquín de primeros auxilios, al encontrarlo lo tomó y salieron de la casa con cuidado y se subieron a uno de los autos; Sungmin vio su uniforme mientras sentía como Namjoon se alejaba del lugar.

—¿No te hizo nada? —preguntó luego de un largo silencio.

—No. —respondió. —llegaste justo a tiempo.

—Me alegra saber que estás bien. —le sonrió un poco. —y tranquila buscaré otro lugar.

—Claro. —asintió. —pero deberíamos ir a un hospital porque estás herido.

—En el hospital harán preguntas. —dijo. —Además, yo estoy bien.

—¿Estás seguro? —preguntó.

—Lo estoy. —le sonrió. —no debes preocuparte.

—Confiaré en ti. —soltó un suspiro.
—Oye Namjoon ¿Quiénes eran esos tipos?

—Son unas personas malas. —contestó.

—¿Son los mismos que mataron a mi mamá? —preguntó.

—Así es. —respondió.

Sungmin decidió ya no preguntar más, el camino era largo y parecía ir al centro de Seúl, al llegar a una tienda de encomienda él detuvo el auto y le dijo que se quedara ahí y si pasaba algo que saliera del auto y corriera a un lugar seguro o con mucha gente; ella asintió y vio como él entraba a la tienda. Luego de unos minutos salió con unos bolsos grandes que los metió al maletero y luego volvió a conducir; Sungmin comenzó a sentirse cansada hasta que cerró los ojos y cayó completamente dormida.