Blood Heirs [K.NJ][Book #1] [✓]

Capítulo 12: «Razones»

Después de la cena, el ambiente en la casa se había calmado un poco. El grupo había pasado gran parte del tiempo hablando sobre trivialidades, intentando ignorar la tensión latente que había estado presente durante todo el día. Pero a pesar de la aparente tranquilidad, Namjoon seguía con la mente ocupada por la conversación que aún no había tenido con Sungmin.

Después de ayudar a limpiar la mesa, Namjoon decidió que no podía esperar más. Necesitaba respuestas, necesitaba saber qué era lo que realmente estaba sucediendo entre Sungmin y Jin. Con una ligera inquietud en su estómago, la buscó entre los pasillos de la casa hasta que la encontró en el patio, sola, observando las estrellas.

—Sungmin. —dijo en voz baja, acercándose lentamente.

Ella lo miró por encima del hombro, pero no se movió ni dijo nada, solo volvió a mirar al cielo. Namjoon sintió un nudo formarse en su garganta. No era fácil para él, pero necesitaba enfrentarse a lo que sentía y entender qué estaba pasando.

—¿Podemos hablar? —preguntó, su tono más inseguro de lo que habría querido.

Sungmin asintió, aunque no apartó la vista de las estrellas. Namjoon se sentó junto a ella, el frío de la noche envolviéndolos. Durante un momento, ambos permanecieron en silencio, solo escuchando el suave murmullo del viento. Namjoon sabía que tenía que ser directo, no quería más malentendidos.

—Sungmin. —empezó, con la voz algo tensa. —Tengo que preguntarte algo, y necesito que seas honesta conmigo.

Sungmin finalmente lo miró, sus ojos tranquilos, pero insondables, como si ya supiera lo que venía.

—¿Sientes algo por Jin? —preguntó Namjoon de golpe.

No quería darle más vueltas, necesitaba saberlo de una vez. La pregunta quedó suspendida en el aire, y por un momento, el tiempo pareció detenerse. Namjoon esperaba una respuesta, algo que aclarara sus dudas, pero Sungmin no dijo nada al principio. Solo lo observó con una expresión que él no pudo interpretar del todo.

—¿Es eso lo que crees? —preguntó ella suavemente, pero sin dar una respuesta clara.

Namjoon apretó los dientes. Sabía que Sungmin era complicada, que había muchas capas en su forma de ser, pero esta vez necesitaba claridad.

—Lo que creo no importa ahora, Sungmin, solo quiero entender qué está pasando. —insistió, tratando de mantener la calma. —¿Te gusta Jin?

Ella suspiró y apartó la mirada, volviendo a mirar las estrellas, como si estuviera buscando respuestas en el cielo nocturno.

—No es tan simple, Namjoon. —murmuró finalmente.

Namjoon frunció el ceño, sintiéndose más frustrado por el enigma que parecía estar rodeando todo esto.

—Entonces explícamelo, por favor. —pidió, su voz más suave, casi como una súplica. —No quiero seguir confundido.

Sungmin tomó una respiración profunda antes de responder, su tono sereno, pero con una carga de emoción que él no había notado antes.

—Estoy… atada a ustedes siete, Namjoon. —dijo, eligiendo sus palabras con cuidado. —Por algo que va más allá de lo que puedas entender en este momento.

Namjoon la miró con incredulidad. No era la respuesta que esperaba, y ciertamente no la que quería escuchar.

—¿Qué significa eso? —preguntó, intentando sonar calmado, aunque por dentro se sentía más confundido que nunca. —¿Atada a nosotros? ¿Cómo? ¿Qué tiene que ver eso con lo que siento, con lo que pasó hoy?

Sungmin se giró para mirarlo directamente a los ojos, su expresión grave, como si lo que iba a decir fuera algo que ella misma apenas comenzaba a comprender.

—No se trata de lo que sientas tú, o lo que sienta yo por Jin… o por ti. —suspiro. —Se trata de algo más grande, algo que ha estado presente desde que todo esto comenzó. —Desvío la mirada. —Estoy conectada a ustedes siete, Namjoon no entiendo el porqué y es una elección que pueda hacer o deshacer; después de todo nadie me dice nada.

Namjoon permaneció en silencio, asimilando sus palabras. Todo lo que le había dicho no hacía más que aumentar sus preguntas. La conexión de la que hablaba Sungmin sonaba mística, casi sobrenatural, y aunque había visto cosas extrañas desde que empezó a protegerla, aún no entendía cómo todo encajaba.

—Entonces, ¿qué estás diciendo? —preguntó finalmente.  —¿Qué no importa lo que sienta, que no importa lo que pase entre nosotros, porque estás… atada a todos nosotros de alguna manera?

—Exactamente, mi conexión con ustedes es… profunda y no puedo simplemente ignorarla o cambiarla. —Sungmin asintió lentamente. —Y tampoco es algo que pueda explicar por completo, lo único que sé es que todos ustedes son parte de mi destino, de lo que estoy destinada a hacer.

Namjoon la miró fijamente, intentando procesar lo que significaba eso para él, para Jin, para el resto del grupo. No era una respuesta que aclarara sus sentimientos, pero al menos comenzaba a entender que lo que estaba en juego iba mucho más allá de simples emociones humanas.

—Así que… no es que sientas algo especial por Jin. —dijo, más para sí mismo que para ella. —Si no que estás vinculada a todos nosotros de una manera que no podemos cambiar.

Sungmin lo observó en silencio, sus ojos llenos de una extraña mezcla de comprensión y melancolía.

—Así es. —respondió suavemente. —Pero eso no significa que no haya sentimientos en el camino, Namjoon, solo que no son lo único que importa aquí.

Namjoon asintió, aunque aún no estaba completamente convencido. Las emociones seguían enredadas dentro de él, pero al menos ahora sabía que había algo mucho más grande detrás de todo esto.

—Entonces, ¿qué se supone que hagamos? —preguntó finalmente. —Si estás conectada a todos nosotros, si esto no es solo una cuestión de sentimientos, ¿cómo seguimos adelante?

—Seguimos adelante juntos, como siempre lo hemos hecho. —Sungmin lo miró con una pequeña sonrisa triste en los labios. —Lo que viene será difícil, pero mientras estemos unidos, podemos enfrentarlo.

Namjoon respiró hondo, sintiendo una mezcla de alivio y resignación. No había obtenido todas las respuestas que buscaba, pero al menos ahora entendía que no podía forzar algo que iba más allá de su control. Sungmin era más que una persona a la que proteger; era parte de algo más grande, algo que él no comprendía del todo, pero que estaba decidido a enfrentar.

—Gracias por ser honesta conmigo. —dijo, levantándose lentamente.

Sungmin lo observó mientras se alejaba sintiendo sus ojos humedecer y Namjoon no pudo evitar pensar que, aunque aún había muchas cosas que no entendía, al menos sabía que no estaba solo en esto. No importaba lo que sucediera con sus sentimientos, su lealtad a ella y al resto del grupo seguía siendo lo más importante.