La mujer permanecía firme en la carretera, envuelta en un frío que parecía ignorar. Su mirada se perdía en la distancia mientras esperaba, hasta que un automóvil desgastado se detuvo frente a ella. Con un movimiento rápido, escondió a la pequeña niña que llevaba en brazos. Del vehículo descendió un hombre, su esposo. Al verla, ella suspiró y se acercó.
—Vayámonos. —dijo él con tono urgente.
—¿Y los chicos? —preguntó ella, preocupada.
—Ya están enterados. —respondió él, sin dudar. —Nos verán en la cabaña.
—Bien. —murmuró ella, mientras ajustaba a la niña en sus brazos.
Lo que la pareja no sabía era que alguien los seguía. A solo unos kilómetros de su destino, el automóvil en el que viajaban comenzó a deslizarse por un barranco. Las personas que los seguían apresuraron el paso y bajaron de su coche.
El vehículo de la pareja rodaba peligrosamente, pero la mujer salió lentamente, con la niña en brazos. Se dirigió hacia su esposo, quien, atrapado entre los hierros, luchaba por salir. La niña miraba a su alrededor, desconcertada por los ruidos que oía.
—Mami. —dijo la pequeña, su voz temblorosa.
—Ahora no, Sungmin. —respondió la madre, intentando mantener la calma.
—Sora, vete. —dijo el hombre, sacando una pistola con manos temblorosas.
—No te dejaré. —contestó Sora, su voz firme, pero su mirada cargada de angustia.
—Sora, si ellos obtienen a Sungmin, estamos perdidos. —advirtió él con severidad.
—Te amo. —respondió ella, besándolo por última vez.
Con lágrimas en los ojos, la mujer tomó a su hija y comenzó a correr. El sonido de disparos resonó a su alrededor, pero no se detuvo. Estaba a punto de escapar cuando un hombre la derribó.
—¿A dónde vas, Sora? —preguntó con un tono burlón mientras la sujetaba.
—No te interesa. —gritó ella, intentando liberarse.
—El señor Shin estará encantado de ver a la niña. —dijo el hombre, tomando a la pequeña Sungmin en brazos.
—¡Suéltala! —gritó Sora, desesperada.
—¡Suéltame! —se retorcía la niña, intentando escapar.
El hombre rio al descubrir que la niña usaba lentes de contacto, una herramienta para ocultar su verdadera identidad. Lo que él no sabía era que un grupo de siete personas los observaba desde las sombras. Cuando intentó alejarse con la niña, descendieron rápidamente, rodeándolo.
—¿Y ustedes quiénes son? —preguntó el hombre, con desdén.
—Suelta a la niña y te dejaremos vivir. —ordenó uno de los jóvenes, de piel pálida.
El hombre rio, incrédulo, pero al final cedió y arrojó a la niña al suelo. En un intento desesperado de escapar, comenzó a pelear con los siete desconocidos. Tras una lucha intensa, lograron decapitarlo. Acto seguido, corrieron hacia la mujer y la niña.
—¿Están bien? —preguntó uno de los chicos, con preocupación en la voz.
—Sí. —respondió Sora, intentando recomponerse. —¿Dónde está Baek? —preguntó, buscando entre los rostros de los chicos.
—No sobrevivió. —respondió uno de ellos, con pesar.
Sora rompió en llanto, pero rápidamente se controló.
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Blood Heirs [K.NJ][Book #1] [✓]
FanfictionElla era una chica normal, con una vida normal, una chica de pocas palabras, una chica un poco antisocial. Ella nunca pensó o se llegó a imaginar que por ese hecho en su vida lo conocería a él y él nunca pensó encontrar a su complemento en aquella c...